Dos años y medio después del secuestro de 219 niñas en Chibok, Nigeria, por Boko Haram, que provocó indignación en todo el mundo y dio lugar a la campaña #BringBackOurGirls, se ha producido por fin una buena noticia.
“Su celda está tan atestada que algunos niños se ven obligados a dormir unos encima de otros. No se les permite salir al exterior, salvo cuando sus captores hacen el recuento. Cincuenta niños de su celda no tenían más de 6 años”Umar, un niño liberado recientemente en Giwa
Familiares de las niñas liberadas celebran su puesta en libertad. © Olamikan Gbemiga
Promesas rotas
informe de Amnistía Internacional“A menudo pasaban dos días hasta que un médico veía a los que estaban enfermos. Muchos compañeros tenían malaria, entre ellos un niño de 7 años que murió debido a esa enfermedad.”
Umar, niño liberado en Giwa
“Lo sacaron de la celda. No sé a dónde lo llevaron”“No había agua ni alimentos suficientes. No había higiene”.
La crisis más general
“Desde que el presidente Buhari hizo su promesa a la CNN, Amnistía Internacional ha confirmado la muerte de otros 15 bebés y niños de corta edad en Giwa.”Aster Van Kregten, asesor general de Investigación para Nigeria
“La mayoría de las mujeres han perdido a sus hijos”“En nuestro grupo había 15 mujeres de una misma población: perdimos a 20 niños”.
Acto público de Amnistía Internacional delante de la embajada de Nigeria. © AI
¿Qué se puede hacer?
“Instamos al presidente Buhari a que cumpla su palabra e investigue de manera exhaustiva los abusos y las muertes en Giwa. Es un campo de la muerte y debe cerrarse. La lucha contra Boko Haram no es excusa para encarcelar a niños.”Aster Van Kregten, asesor general de Investigación para Nigeria
CNN