En respuesta al anuncio del Departamento de Estado de Estados Unidos de calificar el Movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) de antisemita e identificar a las organizaciones que lo apoyan con miras a examinar y suspender su financiación, Bob Goodfellow, director ejecutivo interino de Amnistía Internacional Estados Unidos ha emitido la declaración siguiente:
“La decisión del Departamento de Estado de Estados Unidos de calificar de antisemitas a los grupos que propugnan el uso de medios pacíficos, tales como boicots, para poner fin a las violaciones de derechos humanos contra la población palestina viola la libertad de expresión y favorece a quienes intentan silenciar, hostigar, intimidar y oprimir a los grupos que defienden los derechos humanos en todo el mundo. No es más que el último ataque de un gobierno estadounidense que está decidido a menoscabar la universalidad de los derechos humanos y la lucha mundial contra el racismo y la discriminación, incluido en antisemitismo".
“Esta decisión favorece a quienes intentan silenciar, hostigar, intimidar y oprimir a los grupos que defienden los derechos humanos en todo el mundo”
Bob Goodfellow , Amnistía Internacional
“Propugnar el uso de boicots, desinversión y sanciones es una forma de promoción pacífica y de libre expresión que debe ser protegida. Quienes propugnan el uso de boicots deben poder expresar sus opiniones libremente y llevar a cabo sus campañas sin sufrir hostigamiento, amenazas de procesamiento o criminalización ni otras medidas que violen el derecho a la libertad de expresión. En vez de criminalizar y restringir las actividades del movimiento BDS, Estados Unidos debe poner fin a tales medidas y garantizar que sus partidarios pueden expresar libremente sus opiniones y llevar a cabo sus campañas sin sufrir hostigamiento ni amenazas de procesamiento.”
“La administración estadounidense está aplicando el enfoque del gobierno israelí de valerse de acusaciones de antisemitismo falsas y formuladas por motivos políticos para atacar a activistas pacíficos, incluidos defensores y defensoras de los derechos humanos, e impedir la rendición de cuentas de los responsables de actos ilegales que perjudican a muchas personas en Israel, en los Territorios Palestinos Ocupados y en Estados Unidos. El anuncio resulta especialmente hipócrita y engañoso viendo de una administración que ha envalentonado a neonazis, supremacistas blancos y otros grupos que propugnan la violencia y la discriminación, dan muestra de un absoluto desprecio por el derecho internacional y favorecen políticas israelíes que provocan discriminación institucionalizada y violaciones sistemáticas de derechos humanos contra millones de personas palestinas.
“Esta decisión perjudica también al pueblo judío, al equipar a Israel con el judaísmo y comparar las críticas a las políticas del gobierno israelí con el antisemitismo. Menoscaba el trabajo que realizamos en Oriente Medio y otras regiones para proteger los derechos de las minorías, incluidas las religiosas.
"Continuaremos apoyando a nuestros compañeros y compañeras israelíes y palestinos, incluidos los activistas del movimiento BDS, que, como quienes defienden los derechos humanos en todo el mundo, alzan la voz cuando se niega la justicia, la verdad y la dignidad.”