Madrid.- Amnistía Internacional cree que el matrimonio civil entre parejas del mismo sexo es una cuestión de derechos humanos. La organización cree firmemente que denegar a personas individuales el derecho a casarse, basándose en el género de sus parejas viola el derecho a la no discriminación, el derecho a la igualdad ante la ley, y el derecho a casarse y formar una familia.
Con motivo del Día Internacional del la Familia (15 de mayo), Amnistía Internacional recuerda que el derecho a casarse y a fundar una familia está reconocido en el Artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el artículo 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. La posición de Amnistía Internacional es que los Estados deben proteger y garantizar este derecho y deben abstenerse de discriminar a ninguna persona por causa de su orientación sexual y de su identidad de género. Una postura que también avaló el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
“Negar a las parejas del mismo sexo reconocimiento en pie de igualdad impide a muchas personas el disfrute de todos y cada uno de los derechos humanos, sin excepción. Además, con estas posturas, se estigmatizan tales relaciones y alimenta la discriminación y otros abusos en la comunidad, en las escuelas y en los hogares en contra de los derechos humanos de las minorías sexuales”, señaló Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
Reconocimiento internacional
En los últimos años ha habido un aumento de los países que están reconociendo el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, igualando los derechos de cualquier tipo de familias.
Desde diferentes organismos de Naciones Unidas se ha incidido en la prohibición de discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género. En diciembre de 2012, se presentaba en Naciones Unidas el primer informe sobre derechos humanos, orientación sexual e identidad de género, donde se destacaba que “reconocer la igualdad de derechos de todas las personas no tiene por qué ser controvertido, ni implica la creación de nuevos derechos. Se trata de insistir en que todas las personas tienen derecho a disfrutar los ya existentes”.
Aunque Naciones Unidas o el Comité de Derechos Humanos no obliga a las Estados a regular el matrimonio entre personas del mismo sexo, sí recuerdan que el no reconocimiento de parejas homosexuales y de sus familias puede implicar discriminación en asuntos tan básicos como derechos de pensión, de herencia, de tributación e incluso de disfrute de vivienda.
Varios países europeos ya han aceptado el matrimonio civil entre personas del mismo sexo: Países Bajos desde 2001, Bélgica en 2003, España en 2005, Suecia y Noruega en 2009, Portugal e Islandia en 2010. También en 2003, el Parlamento Europeo se posicionó a favor de la abolición de "todas las formas de discriminación legislativa o de facto, de las que todavía son víctimas los homosexuales, especialmente en lo que respecta al derecho a contraer matrimonio".
Otros países como Canadá (2005), Sudáfrica (2006) y Argentina (2010) reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo. En México, dos estados lo admiten y Brasil ha equiparado los derechos de todas las uniones de hecho.
Sin embargo, hay situaciones especialmente preocupantes para Amnistía Internacional. Aunque en Estados Unidos, 9 Estados reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo y el presidente, Barack Obama, se ha pronunciado a favor de este tipo de uniones, hay 30 estados que lo prohíben expresamente. El último Carolina del Norte, que votó el pasado 8 de mayo a favor de incluir en su Constitución una enmienda que define el matrimonio como la unión exclusiva entre un hombre y una mujer, ilegalizando también los matrimonios homosexuales.
También en enero de 2012, Amnistía Internacional se dirigió a la Comisión Europea para que tomaran medidas ante los cambios legislativos (Ley de protección de la familia, diciembre 2011) realizados en Hungría, donde se establecía explícitamente “que el matrimonio sólo podía ser entre hombre y mujer”. Igualmente, la organización se dirigió al Gobierno de Nigeria, recordándole que con la propuesta de ley de 2011 que prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo, violaba la Constitución del país.
“Amnistía Internacional quiere recordar que el reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo no es contrario a la normativa internacional, si no por el contrario un modo de garantizarla”, destacó Esteban Beltrán.
Recurso contra el matrimonio gay en España
En España, desde hace más de 6 años, la ley 13/2005 de 1 de julio que modificaba el Código Civil para reconocer el matrimonio civil entre personas del mismo sexo, está recurrida ante el Tribunal Constitucional, que deberá pronunciarse sobre este recurso. Amnistía Internacional está pendiente de esta sentencia y de las consecuencias que cualquier resolución pudiera tener en los derechos de miles de familias.
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