Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Stop a la detención “por venganza” de periodistas de Al Yazira

Los periodistas extranjeros protestan a las afuera de la embajada egipcia de Nairobi por el caso de Peter Greste. © SIMON MAINA / AFP / Getty Images
La prolongada detención en Egipto de tres periodistas de Al Yazira acusados de falsificar noticias y de colaborar con el movimiento proscrito Hermandad Musulmana es un acto de “venganza”. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en vísperas de la última vista de su juicio.

Mohamed Fahmy, Peter Greste y Baher Mohamed, empleados del servicio en inglés de Al Yazira, están acusados, junto con cinco estudiantes egipcios, de pertenecer a una organización terrorista prohibida (en referencia a la Hermandad Musulmana) o colaborar con ella. Su juicio se reanuda el 10 de abril.

“Lo que están haciendo las autoridades egipcias es perseguir por venganza a periodistas simplemente por hacer su trabajo”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional. 

“Hasta el momento, la fiscalía no ha presentado ninguna prueba convincente y los periodistas parecen peones utilizados por las autoridades en su disputa con Qatar. Lo cierto es que Mohamed Fahmy, Peter Greste y Baher Mohamed son presos de conciencia que deben ser puestos en libertad de manera inmediata e incondicional.”

Los tres periodistas permanecen detenidos desde el 29 de diciembre de 2013, cuando las fuerzas de seguridad arrestaron a Mohamed Fahmy y Peter Greste en el Hotel Marriott de El Cairo y a Baher Mohamed en su casa. Los cinco estudiantes egipcios fueron detenidos dos días después. 

En su última vista, celebrada el 31 de marzo, el juez ordenó que tres de los estudiantes, que habían denunciado que las fuerzas de seguridad los habían golpeado durante su detención, fueran examinados por médicos forenses.

Las autoridades también están negando a Mohamed Fahmy el tratamiento médico que necesita para una lesión de hombro sufrida en los días previos a su detención. Este periodista tiene un hueso fracturado en el brazo, y su estado ha empeorado considerablemente a causa de la falta de atención médica adecuada y de las malas condiciones que ha soportado en prisión: por ejemplo, tras su arresto pasó más de un mes en la prisión de máxima seguridad conocida como “El Escorpión”.

“Este juicio no es más que una pose de las autoridades para ganarse el apoyo público”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui. “Esta farsa debe terminar, y los cargos contra los tres periodistas deben ser retirados.”

Represión de los medios de comunicación
El juicio está teniendo lugar en medio de una oleada de represión por parte de las autoridades egipcias contra la cadena Al Yazira, así como contra otros medios de los que se considera que apoyan a la Hermandad Musulmana y al depuesto presidente Mohamed Morsi.

También se produce ante el telón de fondo del deterioro de las relaciones entre Egipto y Qatar, donde tiene su sede Al Yazira.

Las fuerzas de seguridad filmaron el arresto de Mohamed Fahmy y Peter Greste y posteriormente el vídeo fue emitido por la televisión egipcia, al parecer en un intento de difamar a los dos periodistas. 

Las detenciones desataron la indignación internacional de las organizaciones de medios de comunicación, y dieron lugar a que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos emitiera el 31 de enero una declaración en la que expresaba su preocupación por lo que denominó “el ataque sistemático contra el personal de Al Yazira” y por la situación a la que se enfrentan en general los periodistas y otros trabajadores de los medios de comunicación en Egipto.

En marzo de 2014, el presidente de Egipto escribió a las familias de Mohamed Fahmy y Peter Greste, manifestando que no escatimaría esfuerzos para resolver rápidamente la situación.
“El presidente provisional, Adly Mansour, preside una campaña de intimidación contra periodistas y activistas, que están siendo atacados simplemente por cuestionar en sus reportajes la versión ofrecida por las autoridades. Estas restricciones arbitrarias a la libertad de expresión violan las obligaciones contraídas por Egipto en virtud del derecho internacional de los derechos humanos”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui.

Sin embargo, no hay apenas indicios de que el tormento de estos hombres se aproxime a su fin. El juez encargado del caso les ha negado la fianza.
En los nueve meses transcurridos desde el derrocamiento de Mohamed Morsi, Al Yazira ha informado sobre una serie de incidentes en los que las fuerzas de seguridad han detenido a personal suyo o han hecho redadas en sus oficinas.

Las autoridades siguen manteniendo recluido a Abdullah al Shami, periodista del servicio en árabe de Al Yazira detenido el 14 de agosto de 2013. Abdullah al Shami permanece en huelga de hambre desde mediados de enero de 2014 y ha sufrido acoso por parte de las fuerzas de seguridad, tanto durante su detención a causa de su trabajo como bajo custodia.

Un tribunal administrativo prohibió el 3 de septiembre de 2013 el canal egipcio de Al Yazira, Mubasher Misr, así como otros tres canales a los que se considera partidarios de Mohamed Morsi y la Hermandad Musulmana.

Las autoridades siguen ejerciendo además una represión más amplia de la disidencia, en la que atacan tanto a la Hermandad Musulmana como a sus simpatizantes y también a otros activistas de oposición que mantienen una postura crítica hacia las autoridades. 

Información complementaria

El juicio, que se está celebrando ante un tribunal penal convocado en unas instalaciones policiales junto a la prisión de Tora, en El Cairo, comenzó el 20 de febrero.
En él se juzga a un total de 20 personas, 12 de ellas in absentia

Todas se enfrentan a cargos de retransmitir noticias falsas y de pertenecer al movimiento prohibido Hermandad Musulmana o ayudar a personas que pertenecen a él.
Los ciudadanos extranjeros acusados en la causa se enfrentan además al cargo adicional de posesión de “material prohibido” (entre otras cosas, teléfonos por satélite) que, según las autoridades, utilizan para falsificar las noticias.

Nueve de los acusados son personal de Al Yazira, según ha declarado la cadena, y entre ellos se encuentran los periodistas británicos Dominic Kane y Sue Turton y cuatro empleados egipcios, cuyo nombre no se ha facilitado, con sede en Qatar.

Una periodista neerlandesa también acusada abandonó Egipto cuando descubrió que iba a ser juzgada.

Los otros cinco acusados detenidos son los estudiantes egipcios Sohaib Saad Mohamed, Khaled Mohamed Abdel Raouf, Shady Abdelhamid, Ahmed Abdelazim y Anas Mohamed El Beltagy, según han informado los abogados defensores que los representan ante el tribunal y según consta en el pliego de cargos al que ha tenido acceso Amnistía Internacional.

Los demás acusados que están siendo juzgados in absentia son ciudadanos egipcios.

Contigo somos independientes

Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.

Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.

Haz posible nuestra independencia.