En vísperas de la cumbre presidencial que tendrá lugar en Teherán el viernes 7 de septiembre entre Rusia, Turquía e Irán para hablar del conflicto en Siria, Samah Hadid, directora de Campañas para Oriente Medio de Amnistía Internacional, ha declarado:
“Las vidas de millones de personas en Idlib están ahora en manos de Rusia, Turquía e Irán, los tres países con mayor influencia sobre las partes implicadas en el conflicto en Idlib. Al celebrarse esta crucial cumbre, tienen el poder de garantizar que se protege a la población civil de los implacables ataques ilegítimos que en gran medida han caracterizado este brutal conflicto”.
“El estremecedor número de muertes de civiles y de crímenes de guerra que hemos observado recientemente en otras partes de Siria, como en el este de la ciudad de Alepo, la Guta oriental y Daraa, no deben repetirse en Idlib. Es fundamental que todas las partes en el conflicto se abstengan de atacar a civiles, concedan paso seguro a la población civil que quiera huir de los combates y de los ataques, y garanticen acceso sin trabas a asistencia humanitaria a toda la población civil que la necesite en Idlib.”
“La situación humanitaria en Idlib —que actualmente alberga a alrededor de 700.000 personas internamente desplazadas, que se suman a una población de dos millones de personas— es ya terrible. La gente apenas tiene acceso a servicios básicos tales como atención médica, educación y agua potable y la inmensa mayoría depende de la ayuda humanitaria. La gente no puede sufrir las consecuencias de otra ofensiva más que emplee tácticas prohibidas como el hambre de la población civil y los bombardeos indiscriminados.”
“La comunidad internacional debe actuar inmediatamente para presionar al gobierno sirio, a los grupos armados de oposición y a sus aliados para que respeten el derecho internacional humanitario a fin de evitar otra catástrofe humanitaria.”