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Se endurecen los controles gubernamentales mientras crece el ciberactivismo

Londres.- Desde noviembre de 2002 ha habido un espectacular aumento del número de personas detenidas o condenadas en China por manifestar su opinión en Internet o por descargar información de la web. Según los datos con que cuenta Amnistía Internacional, en enero de 2004 se había detenido o encarcelado por esas actividades a 54 personas: un aumento del 60% respecto a las cifras de noviembre de 2002. Además, un número no determinado de personas permanecían detenidas por difundir a través de Internet información sobre el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS). "Consideramos a todas esas personas presos de conciencia y reiteramos nuestros llamamientos a las autoridades chinas para que las pongan en libertad de forma inmediata e incondicional", ha declarado Amnistía Internacional hoy, 28 de enero, al publicar su informe más reciente sobre el control de Internet en China. Entre los detenidos hay estudiantes, disidentes políticos, seguidores de Falun Gong, trabajadores, escritores, abogados, profesores, funcionarios, ex agentes de policía, ingenieros y empresarios, que han sido acusados de diversos "delitos", como firmar peticiones en la web, pedir que se introduzcan reformas y se elimine la corrupción, planear la creación de un partido en favor de la democracia, publicar "rumores sobre el SARS", comunicarse con grupos en el extranjero, manifestar su oposición a la persecución contra Falun Gong y pedir que se investigue la represión de las manifestaciones de 1989 en favor de la democracia. A la mayoría de los detenidos se les han imputado cargos de "subversión" o "poner en peligro la seguridad del Estado", cargos penales que han dado lugar a penas de entre 2 y 12 años de prisión. Según parece, China ha puesto en práctica la censura más estricta del mundo sobre el uso de Internet. A lo largo del año pasado hubo en el país una creciente tendencia a asignar una mayor responsabilidad respecto a la vigilancia y la supervisión del uso de la red a una diversidad de empresas, como los cibercafés, los proveedores de acceso a Internet y otras. Pese a ello, el activismo en Internet parece crecer en China a la misma velocidad que se endurecen los controles. Durante el año pasado hubo indicios de que los usuarios de Internet actuaban cada vez con más solidaridad entre ellos, en especial expresándose mutuo apoyo a través de la red. Esas manifestaciones de solidaridad han resultado ser peligrosas, ya que a causa de ellas se ha detenido a un creciente número de personas. Amnistía Internacional ha subrayado: "Consideramos que quienes utilizan Internet para hacer campaña en favor de reformas de derechos humanos o para expresar preocupación por la detención de otros activistas pacíficos son defensores de los derechos humanos. Las autoridades chinas deberían estar apoyando sus actividades y alentándolas, no encarcelando a estas personas". Casos concretos Una detenida, recientemente liberada, fue Liu Di, estudiante de psicología de Pekín que utilizaba como pseudónimo en la web "ratón de acero inoxidable". Esta joven estuvo detenida más de un año sin acceso a su familia por colocar en un foro de Internet mensajes que criticaban al gobierno y pedían la liberación de otro activista de la web, Huang Qi. Fue puesta en libertad en noviembre de 2003 a raíz de la preocupación pública generalizada por su detención, y más tarde se anunció que no se le imputarían cargos formales. Casi 3.000 usuarios de Internet, en su mayoría de China, habían firmado peticiones pidiendo su liberación. Al menos cinco de ellos fueron detenidos más tarde, y cuatro –Cai Lujun, Luo Changfu, Du Daobin y Kong Youping– permanecen aún detenidos. Amnistía Internacional declaró: "Nos alegra la puesta en libertad de Liu Di, pero para empezar jamás debería haber sido detenida. Y la detención de otras personas que han manifestado preocupación por la situación de esta joven agrava aún más el abuso". Empresas al servicio del gobierno En su informe, la organización hace también referencia a varias empresas, entre las que se encuentran Cisco Systems, Microsoft, Nortel Networks, Websense y Sun Microsystems , que, según los informes, han proporcionado tecnología que se ha utilizado para censurar y controlar el uso de Internet en China. Amnistía Internacional teme que, al vender esa tecnología, las empresas no hayan considerado adecuadamente sus repercusiones en los derechos humanos. "Instamos a todas las empresas que han proporcionado esa tecnología a que utilicen sus contactos y su influencia con las autoridades chinas para poner fin a la restricción de la libertad de expresión e información en Internet en China y a que pidan la liberación de todos los que, en violación de sus derechos humanos fundamentales, se encuentran detenidos por delitos relacionados con la expresión de opiniones a través de Internet." Información general El acceso a Internet se ha extendido considerablemente en China durante el último año. Según cifras oficiales, el número de usuarios había aumentado en diciembre de 2003 hasta 79,5 millones, frente a los 59,1 millones de diciembre de 2002: un incremento del 34,5%. Esto ha planteado un mayor desafío al intento de las autoridades de censurar y controlar las actividades en la web de los usuarios de Internet. El informe de Amnistía Internacional contiene cinco llamamientos en favor de ocho individuos, entre los que se encuentra Huang Qi, ingeniero informático de Sichuan que estableció su propia página web. Fue detenido el 3 de junio de 2000 después de que varios disidentes chinos en el extranjero colocaran en esta página web artículos sobre la víspera del 11 aniversario de la represión contra las manifestaciones de 1989 en favor de la democracia. Tres años después de su detención, fue condenado a cinco años de prisión tras un juicio sin las debidas garantías. Según los informes, ha sufrido brutales palizas a manos de guardias de la prisión y su salud ahora es mala, con frecuentes jaquecas. A su familia sólo se le ha permitido visitarlo una vez, en octubre de 2003.

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