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Se debe acusar formalmente o liberar a líder religioso disidente detenido

El líder religioso saudí y crítico con el gobierno de Arabia Saudí detenido desde hace más de un mes debe ser acusado formalmente de un delito reconocible o puesto en libertad, ha declarado Amnistía Internacional.

Sheikh Nimr Baqir al Nimr, de 51 años, que ha criticado a menudo al gobierno saudí por la discriminación que sufren los miembros de la comunidad chií en el país, está recluido sin cargos desde que fue detenido por las fuerzas de seguridad saudíes el 8 de julio en Al Awwamiya, en la Provincia Oriental.

“Ha pasado un mes desde su detención y Amnistía Internacional desconoce los cargos formulados contra él. Amnistía pide a las autoridades saudíes que lo acusen formalmente de un delito reconocible o lo pongan en libertad”, ha manifestado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“Las autoridades saudíes deben asimismo poner fin a lo que equivale a una constante de violaciones de derechos humanos contra los miembros de la comunidad chií en la Provincia Oriental que ejercen sus derechos a la libertad de expresión y de reunión”.

Sheikh Nimr se dirigía en automóvil desde su finca hasta su casa, situada aproximadamente a 1 km, cuando fue detenido.

Las autoridades dieron a conocer, aparentemente poco después de la detención, unas fotografías en las que se le ve tumbado en la parte trasera de un vehículo con lo que parecía una herida de bala en la pierna.

Se desconocen las circunstancias exactas de su detención
El Ministerio del Interior anunció que Sheikh Nimr había sido detenido como “instigador de sedición” y que recibió un disparo cuando “él y quienes estaban con él se resistieron a las fuerzas de seguridad en un puesto de control, abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad y colisionaron contra un automóvil perteneciente a las fuerzas de seguridad cuando intentaba huir”.

Sin embargo, su familia afirmó que no iba armado, que no tenía una pistola y que estaba solo en el momento de la detención.

Sheikh Nimr es conocido desde hace varios años por pedir reformas en Arabia Saudí y que se ponga fin a la discriminación contra los musulmanes chiíes.

Sheikh Nimr critica abiertamente las políticas y prácticas de las autoridades saudíes que afectan a la comunidad chií, como las detenciones sin cargos ni juicio y el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes.

Según informes, tras la muerte del príncipe Naif, ex ministro del Interior, dijo, entre otras cosas: “¿No podemos alegrarnos la muerte de quienes matan a nuestros hijos varones? ¿No podemos alegrarnos de la muerte de quienes detienen a nuestros hijos varones? ¿No podemos alegrarnos de la muerte de quienes nos hacen vivir en el horror y el miedo?”

Se cree que su detención está específicamente relacionada con estos comentarios, así como con sus abiertas críticas a las autoridades saudíes en general.

Sheikh Nimr fue llevado al Hospital Central de Dammam, a 20 km de distancia, poco después de su detención. Una horas después lo trasladaron al Hospital Militar de Al Dhahran, en Al Dhahran, en la Provincia Oriental.

Su familia dijo a Amnistía Internacional que estaban preocupados por él tras su detención y también después de ver las fotos de su herida, pues no les habían dado ninguna información sobre su estado.

Declararon que los servicios de seguridad no les permitieron visitarlo ni hablar con él en el hospital hasta mediados de julio, cuando les dejaron verlo sólo unos 15 minutos.

Según los informes, las fuerzas de seguridad están presentes tanto dentro como fuera de su habitación en el hospital.

Su familia volvió a verlo otros 15 minutos alrededor del 23 de julio, pero no han podido visitarlo desde que lo trasladaron al Hospital de las Fuerzas de Seguridad de Riad, al día siguiente.

La represión de las fuerzas de seguridad a los manifestantes
Las manifestaciones están prohibidas en Arabia Saudí, donde la inmensa mayoría de la población son musulmanes suníes y la religión oficial del Estado es la doctrina wahabí del islam.

Las autoridades consideran que el islamismo chií es incompatible con el wahabí, e imponen restricciones a su práctica.

Los miembros de la comunidad chií han sido detenidos, encarcelados y acosados por reunirse para rezar, celebrar festividades religiosas chiíes e infringir las restricciones impuestas a la construcción de mezquitas y escuelas religiosas chiíes.

Desde febrero de 2011 vienen celebrándose manifestaciones en la Provincia Oriental de Arabia Saudí, mayoritariamente chií.

Las autoridades saudíes han respondido con la adopción de medidas represivas contra las personas que participan presuntamente en las protestas o las apoyan, y por expresar opiniones críticas hacia las autoridades.

Los manifestantes han permanecido días o semanas recluidos sin cargos y en régimen de incomunicación, y han sido sometidos a torturas y otros malos tratos en detención.

El 14 de marzo de 2009, cuando informaba de las detenciones de varios musulmanes chiíes, el ex ministro del Interior declaró: “Los ciudadanos tienen tanto derechos como obligaciones; sus actividades no deben ser contrarias a la doctrina seguida por la umma (la comunidad musulmana). Es la doctrina de los suníes y de nuestros rectos antepasados.

“Hay ciudadanos que siguen otras escuelas de pensamiento, y los inteligentes de entre ellos deben respetar esta doctrina”.

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