Ante la desestimación de la apelación contra la absolución de tres activistas de los derechos humanos que habían sido acusadas en Polonia del cargo absurdo de “ofender las creencias religiosas” por distribuir carteles de la Virgen María rodeada de un halo con los colores del arcoíris de la bandera del Orgullo LGBTI, Catrinel Motoc, encargada de campañas senior de la Oficina Regional para Europa de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“La decisión de hoy es un enorme alivio que no puede hacernos olvidar que estas tres mujeres nunca debieron haber sido juzgadas. Distribuir carteles de la Virgen María con un halo arcoíris no debería haberse tratado jamás como delito, así que es justo que se haya desestimado la apelación formulada contra su absolución.
“Desde que comenzó la causa contra ellas, más de 250.000 personas han exigido a las autoridades que retiren los cargos en un caso que ha llegado a simbolizar algunas de las tendencias contra los derechos humanos más inquietantes de Polonia. No sólo se está reduciendo el espacio para la libertad de expresión, el activismo y la protesta pacífica, sino que el clima de homofobia en el país está empeorando en medio del aumento de los crímenes de odio, la introducción por parte de algunos ayuntamientos de “zonas libres de LGBTI” y los intentos de prohibir las marchas del orgullo.
“Este caso ha revelado también una veta de homofobia patrocinada por el Estado y ha expuesto la forma en que se está usando el sistema de justicia penal de Polonia para agredir, intimidar y acosar a las personas que defienden los derechos humanos sólo por su activismo. Las autoridades polacas deben poner fin a su caza de brujas contra estas y otras activistas”.