Londres.- Amnistía Internacional ha revelado hoy nuevas pruebas de la brutalidad extrema que se aplica a los manifestantes sirios y a sus familias.
El 13 de septiembre, la familia de Zainab al Hosni, de Homs, la primera mujer que según informes ha muerto bajo custodia durante los recientes disturbios de Siria, encontró su cuerpo en circunstancias terribles.
La familia había acudido a un depósito de cadáveres para identificar el cuerpo de Mohammad, hermano activista de Zainab, que también había sido detenido y aparentemente torturado y asesinado en detención. Zainab había sido decapitada, tenía los brazos amputados y le habían arrancado la piel.
“Si se confirma que Zainab estaba bajo custodia cuando murió, sería uno de los casos más alarmantes de muerte en detención que hemos visto hasta ahora”, ha declarado Philip Luther, director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Hemos documentado otros casos de manifestantes cuyos cadáveres fueron devueltos con mutilaciones a sus familias en los últimos meses, pero este es especialmente espantoso.” Las muertes de Zainab y Mohammad elevan a 103 el número de muertes bajo custodia denunciadas de las que tiene constancia Amnistía Internacional desde que comenzaron las protestas multitudinarias en Siria, en marzo de este año.
Amnistía Internacional ha registrado 15 casos más de muerte bajo custodia desde que se publicó su informe titulado Detenciones letales - Muertes bajo custodia durante las protestas populares en Siria, el 31 de agosto. Los cadáveres tenían señales de golpes y disparos, así como heridas de arma blanca.
Zainab al Hosni fue secuestrada el 27 de julio por un grupo de personas vestidas de civil que se cree pertenecían a las fuerzas de seguridad, aparentemente para presionar a su hermano activista Mohammad Deeb al Hosni para que se entregara.
Mohammad Deeb al Hosni, de 27 años, había estado organizando protestas en Homs desde que comenzaron las manifestaciones. Al parecer, tras la detención en julio de Zainab, los captores de ésta le dijeron por teléfono que sólo la pondrían en libertad si abandonaba sus actividades contra el régimen.
Mohammad fue finalmente detenido el 10 de septiembre y recluido en las dependencias de los servicios de Seguridad Política de Homs.
Las fuerzas de seguridad llamaron a su madre para que recogiera el cadáver de Mohammad en un hospital militar sólo tres días después, el 13 de septiembre. El cuerpo tenía señales de tortura, como hematomas en la espalda y quemaduras de cigarrillo en el cuerpo. Le habían disparado en el brazo y la pierna derechos, y tres veces en el pecho.
Por casualidad, la madre descubrió el cadáver mutilado de Zainab en el mismo hospital militar. Sin embargo, no permitieron a la familia que se lo llevara a casa hasta el 17 de septiembre. Al parecer, obligaron a la madre a firmar un documento que decía que Zainab y Mohammad habían sido secuestrados y asesinados por una banda armada.
“No hay indicios de que las torturas y asesinatos estén disminuyendo en Siria”, ha afirmado Philip Luther.
“El creciente número de informes de muertes bajo custodia proporciona más pruebas aún de crímenes de lesa humanidad y debería alentar al Consejo de Seguridad de la ONU a remitir la situación de Siria a la Corte Penal Internacional.”
Amnistía Internacional ha recopilado los nombres de más de 2.200 personas que, según informes, han perdido la vida desde que comenzaron las protestas a favor de la reforma. Miles de personas más han sido detenidas, muchas de las cuales están en régimen de incomunicación en lugares desconocidos y podrían ser torturadas o asesinadas.
Las autoridades iraníes han ejecutado a cuatro manifestantes tras juicios falsos e injustos. Irán está utilizando la pena de muerte para sembrar el miedo y vengarse de quienes se oponen al sistema: se podrían producir más ejecuciones en cualquier momento. Únete hoy para ser la voz del cambio y defender los derechos humanos en Irán.