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Nigeria: Al menos 150 activistas pacíficos pro-Biafra han muerto en una escalofriante campaña de represión

Aba High school, 9 feb 2016. Carga policial contra simpatizantes pro Biafra. © Particular

Las fuerzas de seguridad de Nigeria, encabezadas por los militares, han emprendido una escalofriante campaña de ejecuciones extrajudiciales y violencia que ha causado la muerte de al menos 150 manifestantes pacíficos pro-Biafra en el sudeste del país, según se afirma en un nuevo informe de Amnistía Internacional publicado hoy.

El análisis de 87 vídeos, 122 fotografías y 146 testimonios de testigos presenciales en las manifestaciones y otras concentraciones que tuvieron lugar entre agosto de 2015 y agosto de 2016 muestra sistemáticamente que el ejército disparó munición real, con poco o ningún aviso, para dispersar multitudes. En el análisis también se han encontrado indicios de ejecuciones extrajudiciales masivas perpetradas por las fuerzas de seguridad, incluidas las de al menos 60 personas muertas a tiros en el espacio de dos días, en relación con los actos de celebración del Día del Recuerdo de Biafra.

Esta represión mortal de activistas pro-Biafra está avivando las tensiones en el sudeste de Nigeria. Es una estrategia temeraria y ‘de gatillo fácil’ para controlar multitudes que ha causado al menos 150 muertos, y tememos que la cifra total pueda ser mucho mayor”, ha afirmado Makmid Kamara, director interino de Amnistía Internacional Nigeria.

“Parece que este brutal derramamiento de sangre se debe en gran medida a la decisión del gobierno de Nigeria de enviar al ejército en respuesta a los actos pro-Biafra. Las autoridades deben iniciar inmediatamente una investigación imparcial y hacer rendir cuentas a los responsables”.

Desde agosto de 2015, miembros y simpatizantes de la organización Pueblo Indígena de Biafra (IPOB) han realizado una serie de manifestaciones, marchas y concentraciones en las que vienen pidiendo la creación de un Estado biafreño. Las tensiones aumentaron aún más tras la detención del líder del IPOB, Nnamdi Kanu, el 14 de octubre de 2015. A fecha de hoy continúa recluido.

Ejecuciones extrajudiciales

La inmensa mayoría de activistas pro-Biafra murieron el Día del Recuerdo de Biafra, el 30 de mayo de 2016, cuando se calcula que unas 1.000 personas —miembros y simpatizantes del IPOB— se concentraron en Onitsha (estado de Anambra). La noche previa a la concentración, las fuerzas de seguridad irrumpieron en viviendas y en una iglesia donde dormían miembros del IPOB.

El propio Día del Recuerdo, las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra personas en varios lugares. Amnistía Internacional no ha podido verificar el número exacto de ejecuciones extrajudiciales, pero calcula que al menos 60 personas perdieron la vida y 70 resultaron heridas esos dos días. Es probable que la cifra real sea superior.

Ngozi (nombre ficticio), mujer de 28 años y madre de un hijo, contó a Amnistía Internacional que su marido salió por la mañana para ir a trabajar, pero la llamó poco después para decirle que los militares le habían disparado en el abdomen. Le dijo que estaba en un vehículo del ejército con otras seis personas, cuatro de las cuales ya estaban muertas. Ngozi contó a Amnistía Internacional: “Empezó a susurrar y dijo que [el vehículo] acababa de detenerse. Tenía miedo de que fueran a matar a los tres que quedaban vivos. Hizo una pausa y me dijo que se estaban acercando. Oí disparos y, después ya no le oí más”.

Al día siguiente, Ngozi buscó a su marido y finalmente encontró su cadáver en un depósito cercano. Los empleados del depósito le dijeron que los militares lo habían llevado allí a él y a otras seis personas. Ella vio tres heridas de bala, una en el abdomen y dos en el pecho, lo que confirmó sus temores de que el ejército lo había ejecutado.

Amnistía Internacional también ha revisado vídeos de una concentración pacífica de miembros y simpatizantes del IPOB celebrada en la Escuela Secundaria Nacional de Aba el 9 de febrero de 2016. Las fuerzas armadas nigerianas rodearon al grupo y dispararon munición real contra sus integrantes sin previo aviso.

Según testigos presenciales y activistas locales de derechos humanos, los militares detuvieron y se llevaron a muchas de las personas que se manifestaron en Aba. El 13 de febrero se descubrieron 13 cadáveres en una fosa cerca de la autopista de Aba, entre ellos los de hombres de quienes se sabía que habían sido aprehendidos por los militares.

Es escalofriante ver cómo estos soldados abaten a miembros pacíficos del IPOB. Las imágenes de vídeo muestran que se trataba de una operación militar con intención de herir o matar a personas.
Makmid Kamara

Represión mortal

El testimonio de testigos presenciales y las grabaciones de vídeo de las concentraciones, marchas y reuniones demuestran que el ejército utilizó deliberadamente fuerza letal.

En muchos de los incidentes descritos en el informe, especialmente en la protesta de la Escuela Secundaria de Aba, los militares aplicaron tácticas concebidas para matar y neutralizar al enemigo, no para garantizar el orden público en un acto pacífico.

Todas las concentraciones del IPOB documentadas por Amnistía Internacional eran básicamente pacíficas. En las ocasiones en que hubo focos de violencia, se trataba sobre todo de reacciones a los disparos efectuados por las fuerzas de seguridad. Algunos testigos presenciales contaron a Amnistía Internacional que algunos manifestantes lanzaban piedras, quemaban neumáticos y, en un incidente, dispararon contra la policía. En todo caso, estos actos de violencia y desorden no justificaban el nivel de fuerza utilizado contra la concurrencia.

La investigación realizada por Amnistía Internacional revela también una alarmante sucesión de cientos de detenciones arbitrarias y malos tratos cometidos por soldados tanto durante como después de los actos del IPOB. Entre ellos figuran detenciones de víctimas heridas hospitalizadas, y actos de tortura y otros malos tratos de personas detenidas.

Vincent Ogbodo (nombre ficticio), comerciante de 26 años, dijo que a él le dispararon el Día del Recuerdo en Nkapor y que se ocultó en una alcantarilla. Cuando unos soldados lo encontraron, le arrojaron ácido. Vincent explicó a Amnistía Internacional:

“Me cubrí la cara. Si no, ahora estaría ciego. Me tiró ácido a las manos. Me empezaron a arder las manos y el cuerpo. Se me estaba quemando la carne. Me sacaron a rastras de la alcantarilla. Dijeron que moriría lentamente”.

Un hombre que estuvo detenido en el cuartel militar de Onitsha tras el tiroteo del 30 de mayo de 2016 contó a Amnistía Internacional: “Quienes estaban en el cuarto de guardia [en detención] eran azotados todas las mañanas. Los soldados llamaban a esto ‘el desayuno’”.

Las autoridades no han tomado ninguna medida para garantizar la rendición de cuentas

A pesar de estos indicios abrumadores de que las fuerzas de seguridad nigerianas cometieron graves violaciones de derechos humanos, incluidas ejecuciones extrajudiciales y tortura, las autoridades no han llevado a cabo investigaciones.

Se ha documentado una pauta similar de falta de rendición de cuentas por violaciones graves de derechos humanos perpetradas por el ejército en otras partes de Nigeria, especialmente en el noreste del país en el marco de las operaciones contra Boko Haram.

“Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente al gobierno de Nigeria que emprenda investigaciones independientes sobre los indicios de crímenes de derecho internacional, y el presidente Buhari ha prometido reiteradamente que examinarían los informes de Amnistía Internacional. Sin embargo, no han tomado ninguna medida concreta” ha afirmado Makmid Kamara.

En las muy escasas ocasiones en las que se lleva a cabo una investigación, no se realiza seguimiento. Ante la aparente falta de voluntad política para investigar y enjuiciar a las personas responsables de esos crímenes, los militares siguen cometiendo con impunidad crímenes graves y violaciones de derechos humanos.

Además de las investigaciones, el gobierno de Nigeria debe garantizar reparaciones adecuadas para las víctimas, incluidas las familias. Las autoridades deberían poner fin a todo uso de las fuerzas armadas en la actuación policial en manifestaciones, y garantizar que los miembros de la policía reciben instrucciones, formación y equipamiento suficientes para abordar las situaciones de control de multitudes, de conformidad con el derecho y las normas internacionales. En concreto, nunca deben utilizarse armas de fuego para el control de multitudes.

Información complementaria

Las conclusiones de este informe se elaboraron a partir del análisis de 87 vídeos y 122 fotografías que muestran las concentraciones del IPOB y a miembros de las fuerzas de seguridad cometiendo violaciones de derechos humanos, así como a las víctimas de estos abusos. Se realizaron 193 entrevistas.

El 30 de septiembre de 2016, Amnistía Internacional hizo llegar las conclusiones principales de este informe al ministro federal de Justicia y fiscal general, al jefe del Estado Mayor de la Defensa, al jefe del Estado Mayor, al Ministerio de Asuntos Exteriores, al ministro del Interior, al inspector general de la Policía y al director general de los Servicios de Seguridad del Estado. Se recibieron respuestas del fiscal general y del inspector general de la Policía, pero ninguno contestó a las cuestiones planteadas en el informe.

El IPOB surgió en 2012; hace campaña para la creación de un Estado biafreño independiente. Hace casi 50 años, un intento de crear el Estado de Biafra dio lugar a una guerra civil que duró desde 1967 hasta 1970.

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