El homicidio de una periodista –el tercero en un mes– en México desata nuevas alarmas sobre la situación de la libertad de expresión en el país. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
Miroslava Breach, periodista de La Jornada y el Norte de Juárez, murió por disparos cuando estaba en su automóvil delante de su casa en el estado de Chihuahua, norte de México. Miroslava era conocida por informar sobre cuestiones tales como el crimen organizado y el tráfico de drogas.
“En México se está librando una ‘guerra’ contra los periodistas. El país se ha convertido en una zona prohibida para quienes tienen la valentía de hablar sobre temas tales como el creciente poder del crimen organizado y la connivencia de estos grupos con las autoridades”, ha manifestado Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
“El periodismo no debe ser una profesión que ponga en peligro tu vida. En lugar de apartar la vista y hacer caso omiso de este derramamiento de sangre, las autoridades mexicanas deben tomar medidas concretas para proteger a los periodistas y a cualquier persona que se atreva a hablar de los males que aquejan al país. Este crimen debe investigarse urgentemente, y los responsables deben comparecer ante la justicia.”
Según la organización Article 19, más de 103 profesionales de los medios de comunicación han sido víctimas de homicidio en México desde el año 2000, de ellos, 11 únicamente en 2016. Reporteros sin Fronteras ha declarado que, en 2016, México fue el tercer país más mortal del mundo para los periodistas, superado únicamente por Siria y Afganistán.
