Asimismo, la organización ha instado a las autoridades a que garanticen que no se hace uso excesivo de la fuerza contra quienes asistan a la manifestación de esta tarde en la ciudad de Al Qatif.
"Aunque se prometió investigar las muertes ocurridas a manos de las fuerzas de seguridad, no hay indicios de que haya sido así", ha indicado Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
"Las autoridades deben dejar de guardar silencio y dar a conocer públicamente los detalles y el resultado de toda investigación realizada, indicando también si se ha puesto a disposición judicial a todo funcionario sospechoso de homicidio ilegítimo.”
"Deben garantizar también que quienes participen en la marcha de hoy pueden ejercer su derecho de reunión pacífica sin que se les responda con fuerza excesiva."
La manifestación de hoy es el comienzo de una acción conmemorativa, organizada cuando va a cumplirse un año del primer homicidio, ocurrido el 21 de noviembre de 2011.
Hay información dispar sobre el modo en que se produjeron los homicidios durante las protestas. Según testigos presenciales, algunas de las víctimas no estaban participando en ellas o, si lo estaban, no representaban prácticamente ninguna amenaza para las fuerzas de seguridad.
Las fuentes oficiales indican en general que las muertes se produjeron a raíz de que los manifestantes recurrieran a la violencia contra las fuerzas de seguridad, llegando incluso a disparar contra ellas, lo que en una ocasión fue causa del homicidio de dos agentes.
En Arabia Saudí están prohibidas todas las manifestaciones.
No obstante, desde febrero de 2011 se han venido celebrando manifestaciones –sobre todo en la Provincia Oriental, donde predomina la población musulmana chií– como protesta por la detención, encarcelamiento y hostigamiento de miembros de la comunidad chií por organizar rezos colectivos, celebrar festividades religiosas chiíes o infringir las restricciones impuestas a la construcción de mezquitas y escuelas religiosas chiíes.
Las manifestaciones de la Provincia Oriental tomaron impulso en gran medida de las protestas que se sucedieron en todo Oriente Medio y el norte de África en 2011.
Las autoridades saudíes han respondido con medidas represivas contra toda persona sospechosa de participar en manifestaciones o apoyarlas o de expresar opiniones críticas con el Estado.
Los manifestantes detenidos han pasado semanas seguidas recluidos sin cargos y en régimen de incomunicación, y en algunos casos parecen haber sufrido tortura y otros malos tratos.