Malawi debe detener al presidente sudanés Omar al Bashir, reclamado por la justicia, y entregarlo a la Corte Penal Internacional (CPI), ha manifestado Amnistía Internacional hoy.
Al Bashir viajará mañana a Malawi para asistir a una cumbre regional sobre comercio, a pesar de haberse dictado contra él dos órdenes internacionales de detención por cargos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra debido a su papel en el conflicto de Darfur.
El presidente de Malawi, Bingu wa Mutharika, dijo en marzo de este año que los líderes africanos sólo deben de ser juzgados, si es que tuvieran que serlo, en su país, no ante la CPI.
“La falta pública de respaldo a la CPI por parte del presidente Mutharika es inaceptable” –ha señalado Marek Marczynski, jefe de Investigación, Política y Campaña de la Campaña a favor de la Justicia Internacional de Amnistía Internacional.
“Las autoridades tienen la obligación jurídica de hacer justicia verdadera a las víctimas de crímenes de lesa humanidad y otros delitos de derecho internacional cometidos en Darfur y no deben recibir a fugitivos internacionales”.
Si Malawi no detiene al presidente Omar al Bashir, incumplirá las obligaciones que ha contraído en virtud del Estatuto de Roma de la CPI, que ratificó el 19 de septiembre de 2002.
Desde que comenzó el conflicto de Darfur en 2003, más de 300.000 personas han sido víctimas de homicidio, millares han sido violadas y millones han sufrido desplazamiento forzoso.
La CPI dictó una orden de detención contra el presidente Bashir en marzo de 2009 por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. En julio de 2010 se dictó otra orden de detención por tres cargos de genocidio cometido en Darfur.
Amnistía Internacional ha pedido a todos los miembros de la comunidad internacional que ayuden a la CPI a ejecutar sus órdenes de detención relativas a la situación en Sudán.