Más de 30 organizaciones internacionales piden a los gobiernos que se reunirán mañana en Ginebra que se comprometan a acoger, antes de que acabe 2015, al menos al cinco por ciento de los refugiados de Siria más vulnerables que se encuentran en la actualidad en los países vecinos –180.000 personas–. Los gobiernos convocados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR-ACNUR) van a comprometerse a reasentar u ofrecer otras formas de admisión a los refugiados sirios. Se prevé que al final de este año hayan llegado a los países vecinos huyendo del conflicto hasta 3,59 millones de personas. Hasta la fecha, la comunidad internacional ha prometido reasentar a menos del dos por ciento de esta cifra en un plazo no del todo claro. Los países vecinos de Siria han dado muestras de una generosidad increíble en los últimos tres años y medio, pero la infraestructura y los servicios públicos están acusando gravemente la tensión de la crisis. Turquía y Líbano acogen cada uno a más de un millón de refugiados registrados. Una de cada cuatro personas que viven en Líbano es refugiado sirio. Jordania acoge a más de 618.000, e Irak, a 225.000 (que se suman a los millones de iraquíes desplazados internamente). Con la disminución de los recursos, los refugiados y las comunidades de acogida han empezado a pagar el precio, y lo mismo cabe decir de quienes están intentando aún huir del conflicto, pues los países vecinos les restringen la entrada y, de hecho, les cierran sus fronteras.
“La situación de los refugiados de Siria más vulnerables se vuelve cada más desesperada. Algunos –entre ellos niños y niñas enfermos que, sin tratamiento, podrían morir– son simplemente incapaces de sobrevivir en la región. No cabe limitarse ya a prestar sólo ayuda humanitaria; en estos momentos los gobiernos pudientes tienen que ofrecerse a sacar de tan difícil situación al cinco por ciento de la población refugiada de aquí al final de 2015”, ha señalado Justin Forsyth, director ejecutivo de Save the Children.“Estamos ante una de las peores crisis de refugiados sufridas desde la II Guerra Mundial y ha desplazado a millones de civiles, en su mayoría mujeres, niñas y niños –ha explicado Mark Goldring, director ejecutivo de Oxfam Gran Bretaña–. Confiamos en los gobiernos reunidos en Ginebra para que se proceda rápidamente a demostrar la solidaridad internacional que tan desesperadamente se necesita para transformar la vida de los refugiados más vulnerables.” Aunque el cinco por ciento no es más que una pequeña parte de número total del refugiados, supondría dar esperanzas de seguridad y un futuro mejor al menos a 180.000 personas de aquí al final de año próximo, entre ellas supervivientes de tortura, personas con necesidades médicas importantes, niños y niñas y mujeres en situación de riesgo, identificadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados. Aceptar para su reasentamiento o admisión humanitaria los casos de las personas más vulnerables supone también librar a los países vecinos de Siria de los costes a corto plazo de atenderlas, prestarles apoyo y protegerlas. Con el desmoronamiento de la solidaridad internacional, los vecinos de Siria están aumentando ya las restricciones en sus fronteras. La población civil siria que, desesperada, intenta huir de la guerra, no puede hacerlo. Los países ricos tienen que comprometerse a aceptar más reasentamientos y, al mismo tiempo, aumentar el apoyo a la región para que las fronteras se mantengan abiertas”, ha afirmado el secretario general del Consejo Noruego para Refugiados, Jan Egeland. La coalición de ONG pide también a los Estados que no acostumbran a participar en el reasentamiento de refugiados, como muchos países del Golfo y Latinoamérica, que se sumen a los demás y ofrezcan también plazas de reasentamiento y admisión humanitaria. “Dada la magnitud de la crisis de refugiados, es hora de que la comunidad internacional en general intensifique considerablemente sus esfuerzos por compartir la responsabilidad con los vecinos de Siria en la región. Tenemos que ver hacer ofrecimientos mucho mayores a los países que hasta ahora sólo han hecho algunos más bien insignificantes o ninguno en absoluto”, ha dicho el secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty. Además de esto, aplicando métodos innovadores los gobiernos pueden hacer muchas otras cosas para ayudar los refugiados de Siria en 2015, como conceder permisos de trabajo y plazas universitarias, a la vez que les brindan plena protección conforme a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.