Londres.- Amnistía Internacional ha advertido hoy de que el plan de acción sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) acordado por los gobiernos no protege los derechos de los más pobres del mundo.
Pese a las abrumadoras pruebas de que millones de personas están quedando fuera de los ODM porque la discriminación y otras violaciones de derechos humanos les impiden acceder a servicios básicos, los dirigentes mundiales no han aprovechado la oportunidad que les brindaba la cumbre de la ONU celebrada en Nueva York esta semana para dar a los derechos humanos un lugar prioritario en los ODM.
“Cuando sólo quedan cinco años, es totalmente inaceptable que los dirigentes mundiales sigan sin acordar acciones concretas para abordar la discriminación y otras violaciones de derechos humanos que impiden que quienes más lo necesitan puedan beneficiarse de los ODM”, ha manifestado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
“Aunque en el texto del plan de acción se reconoce que ‘el respeto, la promoción y la protección de los derechos humanos es parte integrante de la labor efectiva para alcanzar’ los ODM, no hay ningún seguimiento en forma de compromiso para emprender acciones tangibles.”
Y pese a la abundante retórica sobre la importancia de la rendición de cuentas, la cumbre no ha identificado una manera efectiva de hacer que los gobiernos rindan cuentas respecto a sus compromisos en cuanto a los ODM o respecto a garantizar que sus esfuerzos por alcanzar los ODM son conformes con sus obligaciones en materia de derechos humanos.
“En la práctica, los dirigentes mundiales nos están pidiendo que confiemos en ellos, una petición increíble cuando vemos el abismo que separa lo que nos piden que hagamos y lo que ellos han aportado”, ha manifestado Salil Shetty.
La meta de los ODM respecto a los barrios marginales ha ignorado, durante los últimos diez años, a más de mil millones de personas, ya que sólo se compromete a mejorar la vida del 10 por ciento de los habitantes de estos barrios. Sin embargo, el plan de acción no aborda este grave y creciente desafío. Pese a las pruebas de que los desalojos colectivos forzosos están hundiendo a la gente aún más en la pobreza y, por tanto, están minando todos los ODM, no se hace ningún llamamiento a los gobiernos para que pongan fin a esta práctica. El plan habla, en su lugar, de la “reducción de la población de los tugurios”, pese a la preocupación por el hecho de que esto pueda alentar más desalojos forzosos.
La cumbre no ha abordado las causas fundamentales de la falta de progresos en la consecución de los ODM. Por ejemplo, se ha ignorado la cuestión del aborto no seguro, pese a que es una de las principales causas de muerte materna y, por tanto, una grave amenaza para alcanzar la meta de los ODM sobre la mortalidad materna.
Aunque el plan de acción incluye un satisfactorio énfasis respecto a combatir la discriminación de género, no identifica qué deben hacer los gobiernos para abordar la discriminación y las barreras a las que se enfrentan muchos otros grupos, entre ellos las minorías, las personas con discapacidad y los pueblos indígenas.
“Los gobiernos están obligados por el derecho internacional de los derechos humanos a proteger el derecho de todas las personas a la alimentación, la salud, la vivienda y el agua. Sin embargo, pierden un tiempo precioso en negociaciones y discusiones sobre si en el plan de acción debe hacerse siquiera referencia a las obligaciones en materia de derechos humanos que asumieron hace más de 40 años”, ha manifestado Salil Shetty.
“Para que los ODM traigan consigo un cambio real, los dirigentes mundiales deben conformar sus políticas y prácticas nacionales con su obligación de respetar y promover los derechos humanos”, ha declarado Salil Shetty.
“La cumbre no ha especificado mecanismos de rendición de cuentas claros y vinculantes. Pero los dirigentes mundiales todavía pueden actuar, y garantizar que los ODM no fallan a las personas más pobres del mundo”, ha manifestado Salil Shetty. “El progreso depende ahora de que los gobiernos individuales establezcan metas nacionales para hacer realidad los derechos económicos, sociales y culturales. También deben actuar para poner fin a la discriminación y garantizar que quienes viven en la pobreza pueden participar en los esfuerzos para alcanzar los ODM y para hacer que los gobiernos rindan cuentas a través de tribunales y órganos reguladores.”
Información adicional
El trabajo sobre los ODM es parte de la campaña Exige Dignidad de Amnistía Internacional, que tiene como objetivo poner fin a las violaciones de derechos humanos que provocan y acrecientan la pobreza mundial. La campaña moviliza a personas de todo el mundo para pedir que gobiernos, empresas y otras entidades con poder escuchen la voz de quienes viven en la pobreza y reconozcan y protejan sus derechos. Mas información: www.es.amnesty.org/exigedignidad
Los ODM, que siguen siendo la iniciativa global más destacada para abordar la pobreza, fueron extraídos de la Declaración del Milenio, adoptada hace 10 años y acordada por los dirigentes mundiales, que se comprometieron a alcanzar sus metas para 2015.
Los ODM se centran en ocho ámbitos: 1) erradicar la pobreza extrema y el hambre; 2) proporcionar educación primaria universal; 3) promover la igualdad de género y empoderar a las mujeres; 4) reducir la mortalidad infantil; 5) mejorar la salud materna; 6) combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades; 7) garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; y 8) fomentar una asociación mundial para el desarrollo.