Amnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsAmnesty IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid IconsCovid Icons
Actuamos por los derechos humanos
en todo el mundo

Las palabras del primer ministro sólo agravan la violencia

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. © Senat RP/Polish Senate CC-BY-SA-3.0-pl via Wikimedia Commons
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el martes en un discurso televisado que ya no se mostraría tolerante con las protestas que sacuden el país desde hace casi dos semanas. Andrew Gardner, investigador de Amnistía Internacional sobre Turquía que se encuentra en estos momentos en Estambul, ha comentado: “El primer ministro turco intenta terminar con la ola de protestas por la vía de la imposición personal; pero así no funciona la libertad de reunión". ”El primer ministro Erdogan es ahora personalmente responsable de la violencia que siguió de inmediato a sus palabras. La protesta pacífica se tiene que respetar y la comunidad internacional debe instarle a cambiar de política para evitar más derramamiento de sangre gratuito.” Tras el discurso del primer ministro, observadores de Amnistía Internacional documentaron al menos 30 botes de gas lacrimógeno lanzados al interior del parque Gezi la tarde del martes, a pesar de que ese mismo día el gobernador de Estambul se había comprometido a detener la intervención policial allí. Los activistas llevan ya casi dos semanas protestando por la construcción de un centro comercial en el parque de Gezi, adyacente a la plaza Taksim de Estambul, uno de los últimos espacios verdes de la ciudad. Desde que empezaron las protestas en Estambul y en todo Turquía hace unas dos semanas, miles de manifestantes pacíficos han denunciado lesiones a causa de intervenciones policiales. Según informes, hasta tres personas han perdido la vida en el curso de las protestas: una debido al uso excesivo de la fuerza y las otras dos -incluido un agente de policía- en accidentes. Hasta el momento, las autoridades turcas no han investigado ninguno de los informes de abusos y no se ha procesado a nadie por ellos.

Contigo somos independientes

Amnistía Internacional lo forman personas que defienden una humanidad justa y libre alrededor del mundo. Personas como tú, que creen en nuestro trabajo. Por eso, si tú también defiendes los derechos humanos, te necesitamos para seguir siendo independientes. Puedes hacerlo desde aquí en menos de un minuto, con cuotas a partir de 4 € al mes.

Nos mantenemos firmes con nuestros principios: no aceptamos ni una sola subvención de ningún gobierno, ni donaciones de partidos políticos.

Haz posible nuestra independencia.