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Las hermanas saudíes dejan Hong Kong para empezar una nueva vida

© Particular
Ante la noticia de que dos hermanas de Arabia Saudí, conocidas como Reem y Rawan, cuyas vidas habrían corrido peligro si hubieran sido devueltas al reino saudí, ya han dejado Hong Kong para vivir a salvo en un nuevo país, Lynn Maalouf, directora de investigación de Amnistía Internacional para Oriente Medio, ha comentado: “Es una gran noticia que Reem y Rawan ya estén en un lugar más seguro. Demostraron una valentía inmensa y corrieron enormes riesgos para huir de los abusos reiterados de sus parientes varones. Debe permitirse que las hermanas rehagan su vida sin miedo a que sus familiares o las autoridades saudíes las obliguen a volver".
El sistema no sólo trata a las mujeres saudíes como ciudadanos de segunda, sino que las pone en grave peligro
Lynn Maalouf, Amnistía Internacional
“Los parientes varones de Reem y Rawan pudieron infligirles repetidas palizas impunemente porque en el país no existen protecciones adecuadas frente a la violencia en el ámbito familiar. Es sólo una faceta de la discriminación sistémica que padecen las mujeres saudíes en virtud del represivo sistema de tutela de Arabia Saudí. El sistema no sólo trata a las mujeres como ciudadanos de segunda, sino que las pone en grave peligro. Ninguna mujer o niña debería temer por su vida como lo hicieron Reem y Rawan. Arabia Saudí debe reformar con urgencia el sistema de tutela y poner fin a la amplia diversidad de leyes y prácticas discriminatorias que soportan las mujeres.”
Información complementaria

Las hermanas, de 18 y 20 años, conocidas por los seudónimos de Reem y Rawan por su seguridad, huyeron de Arabia Saudí tras recibir reiteradas palizas de familiares varones y ser tratadas “como esclavas”. Llegaron a Hong Kong en septiembre del año pasado, en tránsito a otro lugar. A las pocas horas, agentes consulares saudíes les impidieron continuar su viaje en el aeropuerto internacional de Hong Kong. Sin más opciones disponibles, las hermanas se marcharon del aeropuerto y vivían escondidas en Hong Kong. Las hermanas supieron posteriormente que les habían anulado el pasaporte, por lo que era imposible que les ampliaran el visado para permanecer en Hong Kong. Se autorizó la estancia de Reem y Rawan en Hong Kong en calidad de personas “toleradas” sin visado. El periodo de estancia tolerada se amplió hasta el 8 de abril; mientras, las hermanas estudiaban opciones de reasentamiento en un tercer país. De haber sido devueltas a Arabia Saudí, es probable que las hermanas hubieran sufrido represalias a manos de sus familiares o que se hubieran enfrentado a cargos por abandonar el hogar sin el permiso de su tutor varón, salir del país y renunciar al islam. En Arabia Saudí, la “apostasía” es un delito grave que está penado con la muerte. En virtud del represivo sistema de tutela de Arabia Saudí, mujeres y niñas sufren discriminación sistemática, tanto en la legislación como en la práctica. Las mujeres no pueden viajar, tener un trabajo remunerado, cursar estudios superiores ni casarse sin el permiso de un tutor varón. Mujeres activistas que defienden los derechos de las mujeres y han hecho campaña contra el represivo sistema de tutela masculina permanecen detenidas desde mayo de 2018, soportando tortura y otros malos tratos, y ahora van a ser juzgadas y pueden ser condenadas a largas penas de cárcel.

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