Londres-. Amnistía Internacional pide a las autoridades estadounidenses que lleven a cabo sin demora una investigación imparcial e independiente sobre el homicidio de ocho civiles en un pueblo al norte de Bagdad.
Ocho miembros de una familia, tres mujeres y cinco hombres, murieron en un ataque aéreo estadounidense a primeras horas del viernes 19 de septiembre en al-Dawr, población cercana a Tikrit. Según los informes, un médico del Hospital General de Tikrit afirmó que llevaron al centro los cadáveres de ocho personas que parecían haber muerto por lesiones coincidentes con las ocasionadas por un ataque aéreo. La policía iraquí y algunos testigos del pueblo confirmaron que las ocho personas muertas eran de la misma familia y que murieron a consecuencia de los ataques de helicópteros contra la casa en la que vivían.
El ejército estadounidense confirmó que el ataque había sido de sus fuerzas, pero afirmó que cuatro de los muertos eran “sospechosos de terrorismo”. Un comunicado de prensa colgado hoy, 19 de septiembre, en el sitio web de la Fuerza Multinacional ofrecía la siguiente versión: “Las fuerzas de la coalición mataron durante una operación en la zona de Tikrit a un presunto terrorista de al Qaeda en Irak que al parecer dirigía operaciones improvisadas para facilitar artefactos explosivos y alardeaba sobre sus víctimas”. La declaración añadía que “Tras llegar al objetivo, las fuerzas rodearon el edificio y pidieron a sus ocupantes que se rindieran. Sin embargo, tras reiterarles durante casi una hora esta petición y advertirles de que los atacarían, los individuos se negaron a salir. Un hombre armado apareció en el umbral, y las fuerzas de la Coalición, al percibir una actitud hostil en su forma de actuar, lo atacaron. Más tarde se supo que era el presunto terrorista. Durante la operación y con arreglo a las reglas, la fuerza aérea de apoyo intervino y mató a otros tres sospechosos de terrorismo. También murieron tres mujeres. Un menor iraquí fue rescatado por las fuerzas de la Coalición de entre los escombros y evacuado a una base cercana, donde recibe tratamiento médico”.
Esta versión oficial no cuadra con la información de testigos y otras personas y suscita graves dudas acerca de la forma en que se llevó a cabo esta operación. Es urgente que se emprenda sin demora una investigación exhaustiva e independiente para examinar si se respetaron las normas pertinentes del derecho internacional humanitario y de derechos humanos y garantizar que las reglas de combate no están poniendo en peligro innecesariamente las vidas de civiles que no participan directamente en las hostilidades.