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El rechazo de la apelación de los presos de Bolotnaya es una advertencia de las autoridades

La policía dispersa violentamente una protesta espontánea frente al tribunal donde se entregó el veredicto sobre el caso Bolotnaya. © Denis Bochkarev / Amnistía Internacional
La decisión del Tribunal Municipal de Moscú de rechazar el recurso de apelación contra la sentencia de ocho manifestantes de Bolotnaya encarcelados tras un juicio de motivación política es un golpe más a la libertad de reunión y de expresión en Rusia, ha manifestado Amnistía Internacional.

“Esta decisión es una ‘señal de advertencia’ a quienes tengan intención de tomar la calle en Moscú –ha afirmado John Dalhuisen, director de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central–. El juicio tenía una clara motivación política y se llevó a cabo con el fin específico de disuadir de participar en manifestaciones. No hay razón para tener a estas personas en prisión.”

La libertad de reunión se está convirtiendo rápidamente en delito en Rusia, donde las autoridades apenas vacilan en encerrar a quienes, por sus opiniones o su activismo pacífico, consideran una amenaza política. Se detenga a estas personas brevemente o, como en este caso, por largos periodos, tal situación debe acabar.”

Las autoridades detuvieron a centenares de manifestantes pacíficos tras disolver brutalmente la policía una protesta contra el gobierno en la plaza de Bolotnaya de Moscú el 6 de mayo de 2012.

Era una manifestación predominantemente pacífica, pero las autoridades se valieron de episodios aislados de violencia para calificarla de “disturbios masivos” y presentar cargos aún más graves contra los detenidos.

En febrero de este año, ocho de los manifestantes detenidos fueron sometidos a juicio y declarados culpables de participación en “disturbios masivos” y, aparte, de hacer uso de la violencia contra funcionarios públicos.

Se condenó a prisión a Andrey Barabanov, Yaroslav Belousov, Sergey Krivov, Denis Lutskevich, Aleksey Polikhovich, Artiom Saviolov y Stepan Zimin, y se impuso una pena condicional de cárcel a Aleksandra Dukhanina (Naumova).

El tribunal ha decidido hoy reducir la pena a tres años y nueve meses y dos años y tres meses, respectivamente, a Sergey Krivov y Yaroslav Belousov, pero no ha modificado la de los demás condenados.

Antes de la sentencia, la mayoría de los manifestantes pasaron ya alrededor de año y medio bajo custodia.

Amnistía Internacional considera a seis de ellos –Artiom Saviolov, Denis Lutskevich, Yaroslav Belousov, Sergey Krivov, Stepan Zimin y Aleksey Polikhovich– presos de conciencia, encarcelados únicamente por el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de reunión y de expresión.

La organización pide también que sea puesto en libertad Andrey Barabanov, pues, con independencia de que haya cometido o no el delito de “hacer uso de la violencia contra un funcionario público”, lleva en prisión más tiempo del correspondiente a su condena.

Los sucesos de la plaza de Bolotnaya se calificaron de ‘disturbios masivos’ no por razones objetivas, sino políticas. Creemos que para poder imponer penas más severas a los detenidos, con objeto, a su vez, de hacer una señal de advertencia a todo posible manifestante en el sentido de que las protestas callejeras se pagan con la cárcel”, ha explicado John Dalhuisen.

En la actualidad están siendo juzgados en Moscú otros cuatro manifestantes y dos hombres acusados de organizar los “disturbios masivos” del 6 de mayo de 2012 en la plaza de Bolotnaya.

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