Londres.- Amnistía Internacional ha expresado su satisfacción por el comienzo del juicio del ex líder serbobosnio Radovan Karadzic en La Haya como un paso importante en pos de la justicia para las decenas de miles de víctimas de la guerra de Bosnia.
Karadzic, ex presidente de la república serbia de Bosnia, fue detenido en julio de 2008, más de 12 años después de ser acusado de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra por su participación en el conflicto durante la década de 1990.
“Este juicio pone de relieve el principio fundamental de que, siempre que existan pruebas suficientes, las personas acusadas de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad deben ser procesadas en juicios con las debidas garantías, ya sea ante tribunales nacionales o internacionales”, manifestó Nicola Duckworth, directora del Programa Regional de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.
El lunes día 26 fue aplazado el juicio de Karadzic ante el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia en La Haya al no comparecer éste en la vista preliminar.
“El Tribunal debe disponer de tiempo y recursos suficientes para completar su importante labor, incluidos los procesamientos de Ratko Mladic y Goran Hadzic, que continúan en libertad”, añadió Nicola Duckworth.
“Completar el mandato del Tribunal es fundamental para las víctimas de estos crímenes.” Ratko Mladic y Goran Hadzic están acusados ambos de haber permitido, desde su puesto de mando, que se cometieran crímenes de guerra, genocidio y otros cargos relacionados con el conflicto en la ex Yugoslavia.
El juicio sigue adelante tras una importante decisión de la sala de primera instancia, a saber, que los individuos acusados de tales crímenes no pueden apoyarse en garantías de inmunidad aunque, como asegura Radovan Karadzic, se les haya prometido la inmunidad frente al procesamiento durante las negociaciones de paz.
Radovan Karadzic está acusado de:
- dos cargos de genocidio, en relación con la persecución de musulmanes y croatas bosnios en Bosnia y Herzegovina durante 1992 y con el genocidio cometido contra musulmanes bosnios en Srebrenica en julio de 1995;
- cinco cargos de crímenes de lesa humanidad que incluyen persecución, exterminio, asesinato y expulsión;
- cuatro cargos de violación de las leyes o costumbres de la guerra, que incluyen toma de rehenes y sembrar el terror entre la población civil.
Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente que el trabajo del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia se complemente con iniciativas nacionales para investigar y enjuiciar las decenas de miles de otros delitos presuntamente cometidos por mandos intermedios e inferiores que el Tribunal no tiene potestad para juzgar.
Aunque es probable que el juicio de Radovan Karadzic concluya antes de que el Tribunal se clausure, los juicios ante el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia no son suficientes para que las víctimas del conflicto de los Balcanes obtengan justicia.
La comunidad internacional tiene la obligación de asegurarse de que las víctimas hacen efectivo su derecho a obtener justicia, verdad y reparación. Si no, la tarea de repartir justicia en toda la ex Yugoslavia podría quedar inconclusa y las miles de víctimas de esos crímenes serán quienes paguen el precio.