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El gobierno y los Tigres de Liberación violan las leyes de la guerra

Londres.- Los informes procedentes de Sri Lanka indican que las fuerzas gubernamentales y los Tigres de Liberación de Eelam Tamil (LTTE) están violando las leyes de la guerra al atacar a la población civil e impedirle que se ponga a salvo.    Amnistía Internacional ha recibido informes según los cuales los Tigres de Liberación, al menos en una ocasión, han impedido a civiles heridos trasladarse a lugares más seguros o acceder a atención médica, un acto que constituye crimen de guerra.

“Los recientes combates han puesto en grave peligro a más de un cuarto de millón de civiles. Las personas desplazadas por el conflicto están experimentando graves deficiencias en la ayuda humanitaria, especialmente en lo que se refiere a alimentos, refugio y atención médica. Desde el 16 de enero no ha habido ningún convoy de alimentos en la zona”, ha dicho Yolanda Foster, investigadora de Sri Lanka de Amnistía Internacional.

El gobierno srilankés está llevando a cabo operaciones militares en zonas de población civil. Según los informes, los bombardeos aéreos y artilleros han causado muertos y heridos entre los civiles, destrucción de propiedades y desplazamientos masivos.

Las fuerzas gubernamentales srilankesas han expulsado a los Tigres de Liberación de todas las principales zonas urbanas que habían estado bajo su control durante casi una década y los han empujado hacia una reducida extensión de terreno, donde también han quedado atrapados los más de 300.000 civiles que han ido huyendo ante el avance de las tropas gubernamentales. Esta población ha sufrido múltiples desplazamientos y su vulnerabilidad aumenta a medida que se aproximan los combates.

Cientos de personas han muerto o han resultado heridas y la atención médica disponible está amenazada debido al peligro que la situación conlleva para los pocos trabajadores de salud y a los destrozos en los hospitales.

El gobierno ha declarado “zonas seguras” para permitir a los civiles refugiarse, pero según la información de que dispone Amnistía Internacional varios civiles han muerto o resultado heridos en estas zonas a consecuencia del bombardeo artillero.

Un médico que trabaja en un hospital de una “zona segura” afirma que alrededor del hospital cayeron unos mil proyectiles.

Los Tigres de Liberación impidieron salir de la zona a un convoy de 24 vehículos organizado por la Cruz Roja y la ONU para transportar a unos 300 heridos, entre los que había 50 niños y niñas.

La ONU afirma que volverá a intentar ayudar a evacuar a los heridos si los Tigres de Liberación lo permiten y se interrumpen los combates. La agencia espera que su convoy cruce la frontera el jueves a mediodía.

Los ataques contra la población civil y los ataques indiscriminados efectuados por cualquiera de las partes en el conflicto violan el derecho internacional humanitario.

“La prioridad inmediata es atender a los heridos graves. Los Tigres de Liberación deben dejar marchar a los civiles heridos,” ha dicho Yolanda Foster. “Impedir a la población civil acceder a la atención médica es un crimen de guerra”.

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