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EEUU: En las órdenes ejecutivas de Biden persisten desafíos en materia de derechos humanos

Manifestación en NY en noviembre de 2020 / AP Photo/Mark Lennihan
  • Los primeros pasos para proteger los derechos de las personas que buscan seguridad deben incluir la liberación de las personas detenidas y el fin de la detención de familias.

En respuesta a los informes que indican que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmará hoy acciones ejecutivas para detener la construcción del muro fronterizo y rescindir tanto las políticas destinadas a identificar a migrantes en situación irregular como la prohibición de entrada al país de personas musulmanas y africanas, Bob Goodfellow, director ejecutivo interino de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha declarado:

“Los muros ya no pueden seguir definiendo lo que representa Estados Unidos. Es hora de que reconstruyamos los puentes. Estados Unidos debe trabajar para reconocer que todas las personas tienen derecho a buscar seguridad y recibir una audiencia justa, al igual que generaciones de personas antes que nosotros buscaron, y recibieron, seguridad aquí. No debemos volver a ver el día en el que en este país se acepte, normalice o celebre la deshumanización de seres humanos y la criminalización del acto de buscar seguridad”.

“Ya sea en nuestra frontera o en nuestras comunidades, grandes y pequeñas, las operaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas han infundido miedo y terror, especialmente en las comunidades de color. La xenofobia y el odio han creado un clima en el que la gente teme por su vida en su casa, su localidad y su lugar de trabajo. El gobierno de Biden tendrá que trabajar duro para recuperar la confianza, y el primer paso consiste en reconocer las dificultades que enfrentan estas personas para encontrar seguridad y un lugar donde les den la bienvenida.”

“A menos que abordemos las causas fundamentales de las políticas que obligan a la gente a huir de su propio hogar, Estados Unidos nunca será un refugio auténticamente seguro, sino un perpetrador de abusos contra los derechos humanos. Las vidas de miles de personas están en juego mientras en las próximas semanas se determina a qué riesgos y condiciones se enfrentarán quienes buscan seguridad en nuestra frontera.”

“Las medidas para restaurar los derechos de asilo y dar la bienvenida a quienes buscan seguridad, tal como Estados Unidos ha hecho históricamente, son muy bien recibidas. Como parte de este nuevo liderazgo, el gobierno de Biden debe liberar a las personas que están detenidas por cuestiones de inmigración, poner en libertad a todas las familias juntas y poner fin a la detención de familias. Nadie debe sufrir detención por buscar seguridad o por su condición de inmigrante. La presunción debe ser siempre la libertad, no la detención. No debe separarse nunca a las familias, y los niños y niñas deben vivir en libertad con sus familias mientras tratan de hacer realidad su derecho a buscar seguridad.”

“Cuando, durante su primera semana en el cargo, el presidente Trump firmó lo que se ha conocido como la prohibición de entrada a los musulmanes, puso en marcha una serie de sucesos que a día de hoy siguen dejando a familias en situación de incertidumbre y peligro. Aunque el gobierno tiene por delante un largo camino para abordar las causas fundamentales de las prohibiciones de entrada a los musulmanes y africanos, las acciones ejecutivas de hoy son una señal para la gente de este país, y del mundo entero, que indica que las instituciones estadounidenses están comprometidas a abordar algunas de las gravísimas violaciones de derechos humanos que se han cometido en los últimos cuatro años.”

“Desde que se aplicó la prohibición por primera vez hace cuatro años, hemos visto familias desgarradas, y delitos de odio contra personas musulmanas. La gente que se suponía que iba a conseguir seguridad ha sido puesta en un limbo por un gobierno que la ha abandonado. La prohibición ha sido una catástrofe para las personas para quienes la acogida en Estados Unidos era una cuestión de vida o muerte. Estados Unidos debe finalmente dar la bienvenida a las miles de personas que permanecen en el limbo esperando llamar a estas costas su nuevo hogar.”

"Nuestra investigación demostró que todas las versiones de la prohibición eran mortales, peligrosas y desastrosas. La política estaba arraigada en el odio, la supremacía blanca y el racismo. La prohibición, y el sentimiento antimusulmán que generó, era una violación derechos humanos y de la dignidad humana. El presidente debe repudiar la xenofobia que este país ha consagrado en la política y debe pedir disculpas por los actos oficiales de discriminación llevados a cabo por el gobierno que han afectado a tantas familias y personas. La ampliación de esta prohibición de entrada a los musulmanes para convertirla también en una prohibición de entrada a los africanos demostró un pernicioso patrón de trato discriminatorio contra inmigrantes y solicitante de asilo procedentes de África. En esta prohibición no hay nada nuevo: es el mismo odio y el mismo miedo, pero en un envoltorio distinto. En lugar de convertir nuestro país en un lugar seguro, ha puesto en peligro miles de vidas, ha desgarrado familias y ha abandonado valores largamente atesorados por tantas personas en Estados Unidos.”

Información complementaria y contexto

Amnistía Internacional Estados Unidos pide al gobierno estadounidense que restaure un proceso de asilo imparcial, justo y acogedor en la frontera, lo cual incluye poner de inmediato en libertad a la gente detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, incluidas todas las familias juntas, y garantizar que quienes buscan seguridad no se encuentran con la detención como norma; también incluye desplegar personas expertas en cuestiones médicas y bienestar infantil, y asegurar que las personas inmigrantes y solicitantes de asilo tienen garantizado el acceso a asistencia letrada. Debe ponerse fin a la detención de familias. Mientras la pandemia de COVID-19 sigue arrasando, debe haber una suspensión de las deportaciones y otras devoluciones forzosas desde Estados Unidos.

Estados Unidos debe rescindir las desastrosas políticas ilegales que restringen el acceso al asilo en la frontera, incluyendo la orden de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades que autoriza expulsiones en masa, la política “Quédate en México”, los acuerdos de tercer país inseguros y las prohibiciones del asilo basadas en la forma de entrada o el tránsito previo por otros países. Deben llevarse a cabo investigaciones exhaustivas y transparentes sobre las muertes causadas por el muro en la frontera entre Estados Unidos y México, y debe detenerse de inmediato la ampliación del muro.

Amnistía Internacional Estados Unidos pide al gobierno de Biden que se marque un objetivo de admisiones de refugiados de al menos 100.000 personas para el año fiscal 2021 y restablezca la aceptación en el programa estadounidense para la recepción de refugiados de las personas remitidas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, que solicite al Congreso fondos adicionales para aumentar las admisiones de refugiados y que proporcione apoyo económico a las organizaciones internacionales que trabajan para abordar las necesidades y los derechos de las personas refugiadas.

Además de ampliar el reasentamiento, Estados Unidos debe invertir en otras vías de admisión, incluidos programas humanitarios, reunificación familiar y un modelo de patrocinio privado, y debe aumentar la implicación de la comunidad en el reasentamiento promoviendo firmemente el patrocinio comunitario mediante programas de copatrocinio y patrocinio privado. Además de estas bienvenidas acciones, Estados Unidos debe asimismo rescindir otras prohibiciones discriminatorias y nocivas sobre el refugio, el asilo y la inmigración.

Amnistía Internacional Estados Unidos se ha pronunciado en contra de la prohibición de entrada a las personas musulmanas desde el primer momento, pidiendo al Congreso su anulación. La membresía de Amnistía Estados Unidos en todo el territorio nacional se movilizó contra la prohibición en estados de todo el país: organizó desde marchas de protesta hasta la presentación de peticiones de ámbito nacional a los líderes del Congreso, apoyó a comunidades en aeropuertos y llevó a cabo reuniones para informar a la gente de sus derechos.

Después de la prohibición, Amnistía Internacional Estados Unidos creó una docena de estudios de caso sobre los daños causados a personas y familias de Yemen, Irán, Sudán y otros lugares, y documentó los vuelcos que la prohibición ha causado en numerosas vidas. En 2019, un equipo de investigación de Amnistía Internacional Estados Unidos viajó a Líbano y Jordania para llevar a cabo casi 50 entrevistas con personas refugiadas que, a consecuencia de la prohibición, se han quedado atrapadas en países donde se enfrentan a políticas restrictivas, entornos cada vez más hostiles y la falta de los mismos derechos que los residentes permanentes o los ciudadanos. El informe de Amnistía Internacional Estados Unidos The Mountain is in Front of Us and the Sea is Behind Us documentó cómo las políticas discriminatorias del entonces presidente Trump habían diezmado el reasentamiento de refugiados desde Líbano y Jordania, países que albergan la cifra de personas refugiadas más alta del mundo en relación con su población.

Las familias Amari* y Aziz*, cuyos casos se exponen en ese informe, recibieron la promesa de ser reasentadas en Estados Unidos, pero se quedaron atrapadas en Beirut después de la primera prohibición de entrada a los musulmanes. Amnistía lanzó campañas sobre sus casos para traerlos a casa y, en verano de 2019, la familia Amari fue reasentada en Virginia. La familia Aziz —Malik, su esposa Sana y sus dos hijos Tariq y Yousef— permanece atrapada en Líbano a causa de aquella primera prohibición de entrada a los musulmanes y las subsiguientes políticas contra los refugiados, y Amnistía Internacional sigue pidiendo al gobierno de Estados Unidos que la reasiente.

Amnistía Internacional ha detallado también cómo el retorno de personas refugiadas de Líbano a Siria es prematuro y, a finales de 2019, publicó otro informe, Sent to a war zone: Turkey’s illegal deportations of Syrian refugees, en el que se describe en detalle cómo Turquía ha deportado a personas refugiadas sirias a Siria, donde corren un grave riesgo.

Todas las familias que buscan seguridad deben gozar de ella, libres y juntas. Pueden encontrar más información sobre el trabajo de Amnistía Internacional Estados Unidos respecto a este tema aquí.

Pueden encontrar más información sobre las prioridades de Amnistía Internacional Estados Unidos para el gobierno de Biden aquí.

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