Las autoridades egipcias han detenido a 22 personas sólo en los tres últimos días, lo que supone una intensificación de su campaña de persecución de las personas LGBTI en el país, que comenzó tras el despliegue de la bandera del arco iris en un concierto de Mashrou’ Leila en El Cairo, lo que suscitó indignación pública; así lo ha manifestado hoy Amnistía Internacional. Con estas, el número total de personas detenidas por su presunta orientación sexual se eleva a 33 (32 hombres y una mujer) desde que la fiscalía anunció una investigación sobre el “incidente” de la bandera del arco iris el 25 de septiembre. Los servicios de medicina legal han efectuado exploraciones al menos a cinco de los detenidos. “En pocos días, las fuerzas de seguridad egipcias han detenido a decenas de personas y han llevado a cabo cinco exploraciones anales, lo que indica una aguda escalada de los esfuerzos de las autoridades para perseguir e intimidar a miembros de la comunidad LGBTI con posterioridad al episodio de la bandera del arco iris”, ha manifestado Najia Bounaim, directora de Campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África.
“Las exploraciones anales forzadas equivalen a tortura; no hay base científica para realizar tales pruebas y no son justificables en ninguna circunstancia. “La magnitud de las últimas detenciones pone de manifiesto que la homofobia está peligrosamente arraigada en el país. En lugar de intensificar las detenciones y practicar exploraciones anales, las autoridades deben poner fin a esta despiadada campaña represiva con urgencia y poner en libertad inmediata e incondicional a todas las personas detenidas.” Los 33 detenidos se enfrentan a interrogatorios de la fiscalía y a unas actuaciones judiciales notablemente aceleradas. Según la Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, al menos 10 personas fueron detenidas del 28 al 30 de septiembre y juzgadas ayer, junto a otras seis que habían sido detenidas anteriormente en la semana. El pronunciamiento de la sentencia en el juicio de los 16 hombres está previsto para el 29 de octubre. El 1 de octubre, un hombre fue detenido en la ciudad portuaria mediterránea de Damietta en relación con el episodio de la bandera del arco iris. En las últimas 48 horas, seis personas más han sido igualmente detenidas en El Cairo por promover “hábitos licenciosos” a través de aplicaciones de citas por Internet y se han practicado otras cuatro detenciones en un piso de Giza. Las autoridades detuvieron asimismo a una mujer sospechosa de ondear la bandera del arco iris en el concierto. Ha sido acusada de “fomentar la desviación sexual” y de “hábitos licenciosos”; es el primero de tales episodios en que hay implicada una mujer desde hace años. El anuncio de las autoridades egipcias de que están investigando el episodio de la bandera del arco iris como un acto delictivo es completamente absurdo. Ninguna persona debe ser castigada por expresar su solidaridad con personas LGBTI o por su presunta orientación sexual”, ha afirmado Najia Bounaim. “Es la peor campaña de represión basada en la orientación sexual desde el arresto de 52 personas en una redada llevada a cabo en el ‘Queen Boat’, un club nocturno flotante en el Nilo, en 2001.” Amnistía Internacional pide a las autoridades que pongan en libertad inmediata e incondicional a las 33 personas detenidas, y que cesen todos los planes de llevar a cabo más exploraciones anales. Tales pruebas vulneran la prohibición de la tortura y otros malos tratos que establece el derecho internacional. Información complementaria sobre las detenciones de la semana pasada El 23 de septiembre, día siguiente al concierto de Mashrou' Leila en El Cairo, un hombre de 19 años fue detenido por “hábitos licenciosos”. La semana pasada fue condenado a seis años de cárcel, más otros seis de libertad condicional. Otros dos hombres detenidos la semana pasada se encuentran bajo custodia en la comisaría de policía de Agouza, en El Cairo, y está previsto que sean juzgados el 11 de octubre. Dos hombres más, detenidos el 28 de septiembre, están en la comisaría de policía de Dokki, en El Cairo.“Las exploraciones anales forzadas equivalen a tortura”Najia Bounaim, directora de Campañas de Amnistía Internacional para el Norte de África
