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Debe terminar con la represión de los estudiantes universitarios y poner en libertad a los que están encarcelados por su activismo pacífico

Majid Tavakkoli, lider estudiantil iraní galardonado con el premio de la paz de los estudiantes noruegos 2013, arrestado en 2009. © Private

En vísperas del Día Nacional de los Estudiantes, que se celebra el 6 de diciembre en Irán, la premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi, y tres grupos de derechos humanos, el Consejo de Defensa del Derecho a la Educación , Amnistía Internacional y Justice for Iran, se han unido para pedir a las autoridades iraníes que pongan de inmediato en libertad incondicional a todos los presos de conciencia, incluidos los estudiantes encarcelados por la expresión pacífica de sus convicciones profundas.

Las organizaciones instan a las autoridades a que pongan fin a la campaña de represión del ejercicio pacífico por parte de los estudiantes de sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión.

Se pide a las autoridades iraníes que revisen todas las políticas y las prácticas relativas a las restricciones sobre el acceso a todas las formas de educación superior para garantizar que toda persona puede acceder en condiciones de igualdad a la educación superior en función de su capacidad, sin que haya ningún tipo de discriminación por razón de sexo, religión, opinión política o cualquier otra condición.

Restringir el acceso de una persona a la educación por su origen, género, creencias religiosas u opiniones es una violación de derechos humanos, pues vulnera su derecho a la educación y a no sufrir discriminación, así como su libertad de expresión, reunión pacífica y asociación.

Como Estado Parte en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Irán tiene la obligación de garantizar y no restringir indebidamente el derecho de las personas a la libertad de expresión, asociación y reunión. Asimismo, como Estado Parte en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Irán debe defender el derecho de todos los y las iraníes a no ser discriminados en el acceso a la educación superior (artículos 2.2 y 13.2.c).

La situación de los estudiantes iraníes en el Día Nacional de los Estudiantes

El 6 de diciembre, mientras miles de estudiantes de universidades de todo el país conmemoran el Día Nacional de los Estudiantes, en recuerdo de la muerte de tres estudiantes a manos de las fuerzas de seguridad durante una manifestación en 1953 en Teherán, decenas de estudiantes pasarán esta fecha entre rejas por el mero hecho de ejercer sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión, mientras que muchos otros seguirán teniendo prohibido continuar con sus estudios.

Desde las controvertidas elecciones presidenciales de junio de 2009, las manifestaciones pacíficas que se celebran anualmente con motivo del Día Nacional de los Estudiantes en todos los campus universitarios a veces han sido disueltas por la fuerza.

En los últimos meses, decenas de estudiantes han sido detenidos, citados para comenzar a cumplir penas de cárcel tras ser condenados en juicios sin garantías por imprecisos cargos que no constituyen ningún delito común reconocible, o se les ha prohibido continuar con sus estudios de forma permanente o temporal.   

Los órganos disciplinarios de la universidad utilizan las “estrellas” que figuran en los expedientes personales de los estudiantes que presuntamente han llevado a cabo actividades antigubernamentales –lo cual por lo general implica que han ejercido pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión– para sancionarlos disciplinariamente y prohibirles continuar con sus estudios. Tres “estrellas” en el expediente supone la total prohibición de continuar estudiando.

Entre los estudiantes que han sido detenidos, encarcelados o a quienes se les ha prohibido continuar con sus estudios figuran los siguientes:

  • Nasim Soltan Beigi, activista en favor de los derechos de las mujeres y estudiante de la Universidad Allameh Tabatabai, comenzó el 13 de octubre de 2012 a cumplir la condena de tres años de cárcel que se le impuso tras ser declarada culpable en 2010 de “difusión de propaganda contra el sistema” y “reunión y colusión contra la seguridad nacional”. Dos de los años de condena se le impusieron por haber participado en una manifestación convocada el 12 de junio de 2006 por defensores de los derechos de las mujeres para exigir igualdad de derechos para las mujeres.
  • Rashid Esmaili, miembro de la Asociación de Antiguos Alumnos de Irán (Advar-e Tahkim-e Vahdat), fue detenido en Isfahán el 8 de septiembre de 2012 y puesto en libertad tras dos meses de “detención temporal” en régimen de aislamiento sin cargos. En 2006 se “marcó con estrellas” su expediente y tiene prohibido continuar con su licenciatura en Derechos Humanos en la Universidad Allameh Tabatabai. En diciembre de 2009, fue acusado de “insultos al líder” y condenado a 18 meses de cárcel.
  • Leva Khanjani, miembro de la minoría religiosa bahaí, a quien se prohibió cursar estudios superiores por sus creencias religiosas, comenzó el 25 de agosto de 2012 a cumplir una condena de dos años en la prisión de Evin por “reunión y colusión con intención de perjudicar la seguridad nacional”, “difusión de propaganda contra el sistema” y “perturbación del orden público”, cargos que se presentaron contra ella por su presunta participación en las manifestaciones contra las autoridades que tuvieron lugar a finales de diciembre de 2009, durante la festividad religiosa de Asura.
  • Abbas Khosravi Farsani, estudiante de doctorado en la Universidad de Isfahán, fue detenido el 21 de junio de 2012 por su blog y su libro, El silbo apacible: una crítica de la República Islámica de Irán y de sus dirigentes, en los que criticaba pacíficamente a las autoridades iraníes. Quedó en libertad bajo fianza y se encuentra en espera de juicio por varios cargos, como “insultos a las autoridades” e “insultos al fundador de la República Islámica”. Se le ha prohibido continuar con su doctorado y ejercer la enseñanza en cualquier universidad iraní.

Los firmantes de esta declaración siguen pidiendo la libertad inmediata e incondicional de los siguientes estudiantes, presos y presas de conciencia encarcelados en años anteriores:

Majid Dorri, estudiante y miembro del Consejo de Defensa del Derecho a la Educación detenido en julio de 2009 en Qazvin, al norte de Irán, que cumple una condena de seis años y medio de cárcel en el “exilio interno”, lejos de su casa, tras ser condenado por cargos entre los que figura el de “enemistad con Dios”. No se le ha concedido ningún permiso penitenciario desde su detención.

La estudiante y activista en favor de los derechos de las mujeres Bahareh Hedayat, miembro del Comité Central de la Oficina por la Consolidación de la Unidad (órgano estudiantil notorio en los últimos años en la demanda de reformas políticas y la oposición contra las violaciones de derechos humanos) y presidenta de su Comité de Mujeres, fue detenida el 31 de diciembre de 2009 y cumple una condena de 10 años de cárcel tras ser declarada culpable de los cargos de “insultos al presidente”, “insultos al líder”, “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional” y “difusión de propaganda contra el sistema”.   El dirigente estudiantil y ganador del Premio de la Paz de los Estudiantes Noruegos 2013, Majid Tavakkoli, fue detenido el Día Nacional de los Estudiantes de 2009 tras pronunciar un discurso en una concentración pacífica en la Universidad Politécnica Amir Kabir de Teherán cuando estudiaba allí. Preso de conciencia, cumple una condena de nueve años de cárcel en la Prisión de Raja’i Shahr tras ser condenado por “participación en una concentración ilegal”, “difusión de propaganda contra el sistema” e “insultos a las autoridades”. No sólo se le ha prohibido realizar ningún curso universitario mientras está en la cárcel, sino que también se enfrenta a una prohibición de por vida de matricularse en cualquier universidad del país tras quedar en libertad.   

Sayed Ziaoddin (Zia) Nabavi, activista estudiantil encarcelado y cofundador del Consejo de Defensa del Derecho a la Educación, organismo creado en 2007 por estudiantes a quienes se les había prohibido continuar con sus estudios por sus actividades políticas, como le había sucedido ese mismo año a él, tras ser marcado con tres “estrellas" por sus actividades políticas pacíficas. Detenido el 14 de junio de 2009, poco después de asistir a una manifestación masiva tras las controvertidas elecciones presidenciales, fue condenado a 10 años de cárcel por “enemistad con Dios” y cumple su condena en el “exilio interno” en la cárcel de Karoun, al sudoeste de Irán, lejos de su hogar.

Información complementaria

Desde el inicio del curso académico 2012-2013 en septiembre, decenas de activistas estudiantiles de todo Irán han sido detenidos por las fuerzas de seguridad por cargos imprecisos, citados por los Tribunales Revolucionarios para comenzar a cumplir penas de cárcel o se les ha prohibido cursar estudios en este nuevo curso académico por sus actividades pacíficas. Otros han visto cómo los jueces abrían de nuevo antiguas causas contra ellos.

Siguen existiendo restricciones discriminatorias que impiden que los estudiantes puedan acceder a la enseñanza superior. Miembros de minorías religiosas no reconocidas, como la bahaí, suelen tener vedado el acceso a la enseñanza superior. La Constitución no reconoce la fe bahaí y los miembros de esta comunidad sufren persecución por sus creencias.

Decenas de universidades, dependientes del Ministerio de Ciencia, Investigación y Tecnología, han impuesto en el nuevo curso académico nuevas medidas que impiden que las mujeres accedan a ciertas áreas de estudio. El ministro es un defensor de la segregación por género en las universidades, y ya anteriormente había pedido que hubiera facultades sólo para mujeres a fin de que en las universidades iraníes se respetaran las costumbres islámicas.

Los estudiantes a los que se prohíbe estudiar por ejercer pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión, por sus opiniones políticas o creencias religiosas o por su género, ven violado su derecho a la educación, que garantiza el artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en el que Irán es Estado Parte. Por otra parte, el artículo 26.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos garantiza el acceso igualitario a la enseñanza superior sin discriminación, al igual que el artículo 1.a de la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza de la UNESCO, que Irán ha aceptado.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos protege el derecho de la persona a la libertad de opinión, expresión, asociación y reunión, y el derecho de las minorías, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión y a emplear su propio idioma. Además, la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales prohíben la discriminación de cualquier persona en el ejercicio de su derecho a la educación por motivos de opinión política o de otra índole, sexo, raza, religión, etnia, idioma, nacimiento o cualquier otra condición.

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