El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, debe vetar el proyecto de ley contra la homosexualidad, aprobado en votación sorpresa esta mañana, ha dicho Amnistía Internacional.
La aprobación de este proyecto de ley, que incrementa radicalmente las sanciones penales para las relaciones sexuales con consentimiento entre adultos del mismo sexo, supone un grave ataque contra los derechos humanos.
Además de violar los derechos a la intimidad, la vida familiar y la igualdad, la futura ley amenaza la libertad de reunión y expresión –derechos y libertades protegidos por las leyes de Uganda y el derecho internacional de los derechos humanos– e institucionaliza la discriminación de lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuales (LGBTI), ya discriminados en el país.
“El presidente Museveni debe vetar este proyecto de ley terriblemente discriminatorio, que supone un grave ataque a los derechos humanos y una burla a la Constitución de Uganda”, ha dicho Aster van Kregten, director adjunto para África de Amnistía Internacional.
“Con la aprobación del proyecto de ley contra la homosexualidad, el Parlamento ugandés, que había realizado avances importantes en el ámbito de los derechos humanos en los últimos años, incluida la criminalización de la tortura, ha dado un paso atrás. La futura ley choca frontalmente con el compromiso expresado por el gobierno de Uganda de garantizar que todas las leyes del país respetan los derechos humanos.”
El 10 de septiembre de este año, el presidente del Parlamento publicó una lista de criterios sobre derechos humanos para que los legisladores pudieran evaluar si las nuevas leyes corrían el peligro de violar derechos y libertades clave protegidos por la Constitución de Uganda, como el derecho a la libertad de expresión y a no ser discriminado. La aprobación hoy –apenas tres meses después– del proyecto de ley contra la homosexualidad indica que los parlamentarios ugandeses han hecho total caso omiso de este compromiso.
Según informaciones de ONG ugandesas, un parlamentario de la oposición presentó el proyecto de ley esta mañana sin previo aviso. A pesar de las objeciones de la cámara, el texto fue aprobado rápidamente tras su segunda y su tercera lectura, ambas realizadas esta mañana, y ahora sólo es preciso para que entre en vigor que el presidente lo sancione en el plazo de 30 días.
El proyecto de ley contra la homosexualidad se presentó por primera vez en 2009 y se volvió a presentar en el Parlamento en 2012. Amnistía Internacional y otras organizaciones ugandesas de derechos humanos han pedido reiteradamente su retirada.
La pena de muerte con que se castigaba la homosexualidad “con agravantes” en el texto original del proyecto de ley ha sido sustituida por cadena perpetua. Entre quienes podrían ser acusados de “homosexualidad con agravantes” figuran los denominados “reincidentes” y cualquier persona portadora del VIH que hayan mantenido relaciones sexuales con otra persona del mismo sexo, incluso con consentimiento mutuo y protección.
"Este proyecto de ley institucionaliza en la ley la discriminación, el odio y los prejuicios contra lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuales en Uganda, ya de por sí marginados”, ha dicho Aster van Kregten.
Otras preocupantes disposiciones del proyecto de ley son la criminalización de la “promoción” de la homosexualidad, la obligatoriedad de las pruebas de VIH en ciertas circunstancias y la aplicación de cadena perpetua por contraer matrimonio con una persona del mismo sexo.
De ser aprobado, este proyecto de ley obstaculizaría significativamente la labor de defensores y defensoras de los derechos humanos y otras personas que se encontrarían en conflicto con la ley por el mero hecho de llevar a cabo sus actividades legítimas.
“El efecto dominó de la aprobación de este proyecto de ley llegaría mucho más allá de la comunidad de gays y lesbianas de Uganda, obstaculizando la legítima labor de la sociedad civil, los profesionales de la salud pública y los dirigentes comunitarios”, ha dicho Aster van Kregten.
“El presidente Museveni debe demostrar el compromiso declarado del gobierno con el respeto de los derechos humanos en la legislación negándose a dar su aprobación a este proyecto de ley.”
Información complementaria
Bajo las actuales leyes de Uganda, una persona declarada culpable de “conocimiento carnal contra natura” –relaciones sexuales homosexuales– puede ser condenada a cadena perpetua, lo cual ya supone una violación de las normas internacionales, pero el proyecto de ley contra la homosexualidad va mucho más allá.La Constitución de Uganda, en concreto su artículo 29, contiene sólidas garantías para la libertad de expresión, conciencia y creencias.
El Comité de Derechos Humanos de la ONU señaló en noviembre de 2012, en un caso sobre Rusia, que las prohibiciones contra la “propaganda de la homosexualidad” violan las salvaguardias contra la discriminación que garantiza el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Ya en 1994, el Comité había señalado que las leyes que criminalizan las relaciones sexuales homosexual con consentimiento violaban el derecho a la intimidad.