La votación para establecer una moratoria de la pena de muerte realizada en la comisión de derechos humanos de la Asamblea General de la ONU ha dado un nuevo impulso a la meta global de poner fin al uso de la pena capital.
La Tercera Comisión de la Asamblea, que se ocupa de los asuntos sociales, humanitarios y de derechos humanos, ha adoptado hoy su cuarto proyecto de resolución en la que pide una moratoria de las ejecuciones. El llamamiento a favor de la moratoria viene obteniendo un apoyo continuamente mayor desde la adopción de la primera resolución en 2007.
En la Tercera Comisión 110 Estados votaron a favor de la resolución, 36 se abstuvieron y 39 votaron en contra, lo que representa un voto más a favor y dos menos en contra en comparación con la última votación de la Asamblea sobre la moratoria, realizada en 2010. El proyecto de resolución fue copatrocinado por 91 Estados miembros de la ONU de todas las regiones del mundo, el número más elevado hasta la fecha.
“La votación de hoy es otra clara señal más de que el viaje del mundo hacia la abolición de la pena de muerte es imparable”, ha declarado José Luis Díaz, representante de Amnistía Internacional en la sede de la ONU en Nueva York.
Cuando se fundó la ONU en 1945, sólo ocho de los entonces 51 Estados miembros de la organización habían abolido la pena de muerte. Hoy, 94 Estados la han abolido para todos los delitos, y en total, 137 de los 193 Estados miembros la han abolido en la ley o en la práctica.
Entre los nuevos votos a favor de la moratoria figuran los de la República Centroafricana, Níger, Túnez y Sudán del Sur. Otra señal positiva es que Afganistán, Papúa Nueva Guinea e Indonesia se abstuvieron en lugar de votar en contra. La mayoría de los cambios a favor procedieron de la región de África. Lamentablemente, Omán y Mauritania retiraron su apoyo a la resolución, mientras las Maldivas y Sri Lanka se abstuvieron en lugar de votar a favor.
Antes de la votación del proyecto de resolución en su conjunto fueron rechazadas cinco enmiendas encaminadas a debilitar el texto de la resolución.
“El mensaje de la Tercera Comisión es claro. Las personas responsables de tomar decisiones de todo el mundo deberían aprovechar esta oportunidad y trabajar juntas para hacer que la moratoria del uso de la pena de muerte sea realidad en todo el mundo”, añadió Díaz.
La votación de la Tercera Comisión es un indicador importante de la votación principal sobre la resolución que se celebrará en el plenario de la Asamblea General el próximo mes de diciembre de 2012, cuando se prevé que la resolución será adoptada. Aunque no son legalmente vinculantes, las resoluciones de la Asamblea General de la ONU tienen un considerable peso moral y político.
Amnistía Internacional ha instado a todos los Estados miembros de la ONU a que apoyen la resolución en la sesión plenaria. Los países que aún conservan la pena de muerte deben establecer inmediatamente una moratoria de las ejecuciones como primer paso hacia su abolición.
Información complementaria
La primera resolución de la Asamblea General de la ONU sobre una moratoria del uso de la pena de muerte, la Resolución 62/149, fue adoptada en diciembre de 2007 por 104 votos a favor, 54 en contra y 29 abstenciones.
La Asamblea General de la ONU ha adoptado otras dos resoluciones sobre esta materia, las Resoluciones 63/168 de 2008 y 65/206 de 2010, que contaron con un respaldo creciente de todas las regiones. En 2008, 106 Estados votaron a favor, 46 en contra y 34 se abstuvieron, mientras que en 2010, 109 respaldaron la resolución, 41 se opusieron y 35 se abstuvieron.
Aunque no son legalmente vinculantes, las resoluciones de la Asamblea General de la ONU conllevan un considerable peso moral y político.
La adopción de estas innovadoras resoluciones sobre una moratoria del uso de la pena de muerte desde 2007 ha generado un impulso entre la sociedad civil y las organizaciones gubernamentales internacionales de renovar su compromiso con la abolición de la pena capital.
El apoyo al llamamiento de la ONU a favor de una moratoria de las ejecuciones ha quedado patente en multitud de declaraciones y resoluciones emitidas desde diciembre de 2007.
Entre otros organismos, la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos adoptó una resolución similar en 2008, en la que pidió a los Estados africanos que respetaran una moratoria de la ejecución de la pena de muerte con vistas a su abolición.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por su parte, en un informe sobre la pena de muerte en América publicado en agosto de 2012, recomendó también que los Estados de la región impusieran una moratoria como paso hacia la desaparición gradual de esta pena.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha pedido asimismo una moratoria a los Estados que participan en la organización que aún no la hayan establecido.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte porque viola el derecho a la vida, proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. La organización se opone a la pena capital en todos los casos sin excepción, con independencia de la naturaleza y de las circunstancias del delito; de la culpabilidad, inocencia u otras características del delincuente; y del método empleado por el Estado para realizar la ejecución.
La organización hace campaña para apoyar los llamamientos de la ONU a favor de una moratoria de las ejecuciones con vistas a lograr la abolición de la pena de muerte.