Londres.- Amnistía Internacional pide la liberación inmediata de los dos cooperantes españoles, Alberto Vilalta, de 35 años, y Roque Pascual, de 50, así como la del activista humanitario Michel Germaneau, ciudadano francés de 78 años, secuestrados por personas que afirman pertenecer a la organización Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI, por sus siglas en inglés).
A Amnistía Internacional le preocupa en particular el hecho de que el 11 de julio de 2010, AQMI amenazó con matar a Michel Germaneau en el plazo de 15 días si el gobierno francés no atendía sus peticiones para liberar a los prisioneros.
Michel Germaneau, ingeniero jubilado, fue capturado en Inabangaret, en el norte de Níger, en abril de 2010 y a Amnistía Internacional le preocupa su cautiverio en el desierto del Sahel. En mayo de 2010, AQIM difundió una foto y una grabación de voz de Germaneau en la que éste decía que tenía un problema médico grave. Según los datos de que dispone Amnistía Internacional, Germaneau sufre una enfermedad cardiovascular y necesita recibir tratamiento y medicamentos con regularidad.
A Amnistía Internacional le preocupa también la dureza extrema de las condiciones en las que probablemente están recluidos los rehenes en el desierto del Sahel. Un ex rehén de AQIM declaró a Amnistía Internacional: “En junio y julio hace un calor increíble (más de 55 grados, día y noche). Con la manta sobre un árbol seco, sólo tenía dos metros cuadrados de sombra. En cuanto a la comida, únicamente tenía arroz y espaguetis solos, pero era suficiente. También tuve siempre suficiente agua. A veces me insultaban y algunos de ellos me decían: “los cristianos son unos perros”. También intentaron convertir a los rehenes al islam. Algunos guardias jóvenes solían disparar al aire o apuntarme con su Kalashnikov. Me quejé al jefe y dejaron de hacerlo.”
Otro ex rehén dijo a Amnistía Internacional que después de protestar, lo castigaron y tuvo que permanecer dos horas bajo el sol de mediodía, y que sus secuestradores le dijeron: “Los europeos no podrían estar más de cinco horas debajo de ese sol.”
Los dos rehenes españoles fueron secuestrados el 29 de noviembre de 2009 por personas que afirmaron pertenecer a AQIM en Mauritania. Según la información de que dispone Amnistía Internacional, Alberto Vilalta sufrió una herida de bala en una pierna en el momento del secuestro.
La toma de rehenes está expresamente prohibida en el derecho internacional. Amnistía Internacional pide a AQIM que ponga fin a la práctica de tomar rehenes y libere de forma inmediata e incondicional a todos los rehenes en circunstancias que garanticen su seguridad y bienestar. No dar a todos los prisioneros un trato humano o infligirles torturas u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, o amenazarles con infligirlos sería radicalmente contrario al respeto a los derechos humanos de las personas retenidas. Información adicional Desde 2008, personas que afirman pertenecer a AQIM han secuestrado por lo menos a 15 ciudadanos extranjeros, así como a conductores locales. Según informes, AQIM mató a uno de ellos, Edwin Dyer, nacional británico secuestrado en enero de 2009, presumiblemente porque las autoridades británicas se negaron a atender sus peticiones.
AQIM, conocido antes como Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, ha reivindicado varios ataques cometidos en la región desde 2003. Los informes indican que este grupo trata de unir a los grupos islamistas armados de Túnez, Argelia y Marruecos, así como los que están surgiendo en países que tienen frontera con el Sáhara, como Senegal, Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán y Eritrea.
El artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 prohíbe la toma de rehenes, el asesinato y los tratos crueles y la tortura, reflejando principios fundamentales que se aplican en todo lugar y todo momento, tanto en tiempo de paz como en los conflictos armados.