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Al descubierto un plan de los paramilitares para matar a un activista de derechos humanos

El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado en Sucre, Colombia, ha sido víctima de amenazas y ataques por parte de paramilitares. © MOVICE
Las autoridades de Colombia deben garantizar la seguridad de un defensor de los derechos humanos y su familia tras la información recibida por la policía local de una fuente anónima avisando de que los paramilitares planean matarlos, ha dicho Amnistía Internacional. El 3 de junio, el comandante de Policía de Sucre, departamento del norte de Colombia, recibió un mensaje de correo electrónico advirtiendo de los planes de los paramilitares para matar al defensor de los derechos humanos Juan David Díaz, su esposa y otra persona cercana a la familia. “No es para nada la primera vez que un defensor de los derechos humanos de esta zona es amenazado y en algunos casos incluso asesinado. Las autoridades de Colombia deben tomar en serio todas las amenazas y garantizar medidas adecuadas de seguridad para las personas que están en peligro”, ha declarado Marcelo Pollack, investigador sobre Colombia de Amnistía Internacional. Juan David Díaz es miembro del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), coalición de organizaciones de la sociedad civil que hace campaña para conseguir verdad, justicia y reparación para las víctimas del conflicto armado. El MOVICE también ha apoyado a los campesinos que desean retornar a la finca “La Alemania”, de la que fueron desplazados a la fuerza por los paramilitares en 2000. Según el mensaje de correo electrónico recibido por la policía, los autores del plan de asesinar a Juan David Díaz están encarcelados en la ciudad costera septentrional de Barranquilla. Un grupo de paramilitares, pertenecientes al Bloque Héroes de los Montes de María, cumple condena en la cárcel de esta ciudad por el asesinato del padre de Juan David Díaz, ex alcalde de la localidad sucreña de El Roble, en 2003. Juan David Díaz había presentado varias denuncias contra estos paramilitares alegando que organizaban crímenes desde la cárcel. Su padre, Eudaldo Díaz, fue asesinado tras denunciar los vínculos entre los paramilitares, los políticos locales y las fuerzas armadas en una reunión con el entonces presidente de Colombia, Álvaro Uribe, en febrero de 2003. El día en que asesinaron a su padre, los paramilitares también amenazaron a Juan David, que desde entonces ha sobrevivido a varios aparentes intentos de acabar con su vida. “Las autoridades deben emprender urgentemente una investigación sobre las últimas amenazas y tomar todas las medidas para garantizar que los activistas de derechos humanos de toda Colombia pueden llevar a cabo su labor sin temor a sufrir represalias”, ha dicho Pollack. La finca “La Alemania” fue ocupada en 2000 por paramilitares con el apoyo del ejército colombiano. Unos 70 miembros del mismo grupo paramilitar que mató a Eudaldo Díaz entraron en la finca y mataron a tres miembros de la comunidad. Tras la ocupación, los paramilitares establecieron una base en la finca, que fue utilizada por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) como centro de operaciones. En mayo de 2010, los paramilitares mataron al miembro de la comunidad y activista del MOVICE Rogelio Martínez, y el pasado mes de mayo seis hombres, al menos dos de ellos armados, fueron a buscar a su  esposa, Julia Torres Cancio, representante legal de los que viven en la finca. En el transcurso del prolongado conflicto armado de Colombia, entre 3 y 5 millones de personas han sido desplazadas forzosamente como consecuencia de la apropiación indebida de millones de hectáreas de terreno, a menuda con violencia contra sus legítimos propietarios. Amnistía Internacional ya ha documentado anteriormente los ataques de que han sido objeto gran número de activistas colombianos por su trabajo en favor de los campesinos desplazados que tratan de volver a sus tierras.  

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