El 4 de noviembre se cumplen siete años de la entrada en vigor del Acuerdo de París, todo un hito en la lucha contra el cambio climático.
Por primera vez, la comunidad internacional se unió en este objetivo común con compromisos específicos ante este desafío global para proteger el medio ambiente y el bienestar del ser humano.Sin embargo, las metas siguen sin cumplirse y, a las puertas de la COP28 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023), que arranca el 30 de noviembre en Dubái, aún quedan cosas por hacer.
¿Qué es el Acuerdo de París?
Es un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante para los países firmantes. Fue adoptado en la COP21 en París el 12 de diciembre de 2015 y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016.
¿Con qué objetivo se crea el Acuerdo de París?
Con el objetivo de abordar el cambio climático y limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados, con un esfuerzo adicional para limitarlo a 1,5 grados.
El objetivo para 2050 es alcanzar la neutralidad climática, es decir, que la cantidad de CO2 liberado a la atmósfera -principal gas responsable del calentamiento global- por la actividad humana sea equivalente a la que absorben los sumideros naturales, como los bosques.
Otro de los objetivos del Acuerdo de París es aumentar la capacidad de adaptación a los efectos adversos del cambio climático y promover la resiliencia al clima asegurando la coherencia de todos los flujos financieros.
El Acuerdo de París para limitar el cambio climático entró en vigor el 4 de noviembre tras obtener el rápido respaldo de los principales emisores de gases de efecto invernadero, encabezados por China, Estados Unidos y la UE. Reuters Graphics
¿Cuáles son las metas y compromisos clave del Acuerdo de París?
El Acuerdo de París establece varios compromisos clave:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura global.
- Implementar medidas de adaptación para ayudar a las comunidades a hacer frente a los impactos del cambio climático.
- Proporcionar apoyo financiero a los países en desarrollo para que puedan abordar el cambio climático y desarrollar tecnologías limpias.
- Realizar revisiones periódicas.
¿Cómo funciona el Acuerdo de París?
Funciona en un ciclo de 5 años. En este periodo todos los países deben comunicar y mantener sus planes nacionales de lucha contra el cambio climático en línea con lo que se han comprometido en el Acuerdo de París. Estos planes nacionales son conocidos como las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (Nationally Determined Contributions o NDC, por sus siglas en inglés).
Estas NDC están planteadas en función de las capacidades y circunstancias nacionales de cada país. De hecho, el Acuerdo de París también funciona con un principio de solidaridad entre los países o lo que se ha llamado "financiamiento climático". De esta forma, los países más desarrollados económicamente se han comprometido a proporcionar financiación para ayudar a los países en vías de desarrollo a reducir sus emisiones y a generar resiliencia para responder a los efectos del cambio climático.
¿Cuántos son los países firmantes del Acuerdo de París?
196. Es decir, la mayoría de los países del mundo. Como acuerdo vinculante, cada país firmante se compromete a tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a informar periódicamente sobre sus avances en la lucha contra el cambio climático.
El primer parque eólico del mundo sin subvenciones, el Hollandse Kust Zuid, con 139 aerogeneradores, se ve en el mar cerca de Ijmuiden, Países Bajos, 25 de septiembre de 2023. © REUTERS/Piroschka van de Wouw
¿Quién no ha firmado el Acuerdo de París?
Eritrea, Irán, Irak, Libia, Sudán del Sur, Turquía y Yemen son los únicos países que no han reafirmado su compromiso con el Acuerdo de París. En 2017 Donald Trump, presidente de EEUU en ese momento, solicitó su salida del pacto, que se hizo efectiva en noviembre de 2020, aunque a día de hoy ya ha regresado al acuerdo. Fue en febrero de 2021 cuando el gobierno de Joe Biden volvió a mostrar el compromiso de EEUU por limitar las futuras emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo están trabajando los países el Acuerdo de París?
Los gobiernos están implementando políticas y regulaciones para reducir las emisiones, aunque las emisiones de gases de efecto invernadero siguen incrementándose. También están invirtiendo en tecnologías de energía limpia, como la energía solar, eólica e hidroeléctrica, con el fin de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y reducir las emisiones.
La adaptación al cambio climático es otro punto en el que se está trabajando. Esto implica el desarrollo de infraestructuras resistentes al clima, implementar sistemas de alerta temprana o proteger ecosistemas.
En este camino la colaboración internacional se vuelve clave. Así, los países colaboran entre sí compartiendo conocimientos, tecnologías y buenas prácticas. Y como problema global, la sociedad civil también debe formar parte del cambio y aportar su grano de arena. De aquí la importancia que adquiere la sensibilización pública que realizan gobiernos y organizaciones para concienciar sobre el cambio climático a la población.
Manifestación contra el cambio climático en Abuja, Nigeria, el 15 de septiembre de 2023. © REUTERS/Abraham Achirga
¿Qué se ha hecho a fecha de 2023?
Según el primer balance mundial de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), a fecha de septiembre de 2023, las emisiones globales no se están reduciendo con la rapidez necesaria para limitar el calentamiento a 1,5 ºC.
Lejos por tanto de los objetivos marcados, la ONU considera que para lograr reducir los niveles actuales es necesario detener e invertir la deforestación y la degradación y mejorar las prácticas agrícolas. También aboga por las energías renovables y la eliminación progresiva de todos los combustibles fósiles para una transición energética justa hacia las emisiones netas cero. De lo contrario, si la temperatura sigue aumentando, los desastres naturales serán más frecuentes y tendrán un impacto más devastador para el medio ambiente y la vida de la población. Y es que la crisis climática afecta a la salud, el acceso al agua potable y alimentos, y amenaza con sumir en la pobreza extrema a 132 millones de personas más de aquí a 2030, según el Banco Mundial.
Amnistía Internacioinal denuncia que ha habido varios intentos de promover soluciones falsas que podrían incluso agravar la crisis climática. Entre ellas se incluyen la promoción del “gas natural” como combustible de transición, cuando las pruebas científicas emergentes demuestran que su uso podría precipitar puntos de inflexión climáticos catastróficos. También se han promocionado mecanismos de captura y almacenamiento de carbono y de eliminación de dióxido de carbono a gran escala, pese a que estas tecnologías todavía son ineficaces o están sin probar. Tampoco se han adoptado medidas que garanticen que las actividades de los mercados de carbono sólo incluyan aquéllas que permitan una rápida reducción real de las emisiones.
Amnistía Internacional respalda el llamamiento para que se adopte e implemente un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, destinado a prevenir la ampliación adicional de los combustibles fósiles, eliminar gradualmente su producción actual de forma equitativa y de acuerdo con el mantenimiento del aumento de la temperatura global en 1,5°C, y agilizar las soluciones reales para una transición justa.
Amnistía Internacional ha señalado que los países de bajos ingresos no pueden razonablemente abandonar de forma gradual los combustibles fósiles, proteger a la población de los daños de la crisis climática y proporcionar una reparación a las personas más afectadas si los Estados más ricos siguen eludiendo sus obligaciones de cooperación y asistencia internacionales contraídas en el Acuerdo de París. Los Estados industrializados deben descarbonizar sus economías más rápidamente que los demás, incluso adoptando objetivos ambiciosos de reducción de emisiones. También queda lejos el acuerdo de solidaridad. Los países han incumplido la promesa de proporcionar 100.000 millones de dólares estadounidenses anuales para ayudar a los Estados a mitigar el cambio climático y adaptarse a él.
Una vista aérea muestra la instalación "Art Eggcident" del artista holandés Henk Hofstra en Sao Paulo, Brasil 18 de septiembre 2023. © REUTERS/Amanda Perobelli
¿Qué nos trae el futuro?
La próxima COP28, que arrancará en Dubái a finales de este mes marcará un hito, ya que se presentará el primer balance mundial del Acuerdo de París, que es un análisis exhaustivo de la acción climática implementada en los cinco primeros años de este acuerdo con recomendaciones sobre las acciones a tomar en los próximos años
La realidad es que, aunque se está avanzando en la aplicación de medidas para adaptarse al cambio climático y paliar sus efectos, las emisiones globales CO2 siguen creciendo y, con los planes actuales, estamos muy lejos de poder limitar el aumento de la temperatura global a menos de 1,5 grados. De no cambiar el rumbo, este umbral se superará en 2027 y es mucho lo que hay en juego: nuestros derechos, bienestar y supervivencia.
La humanidad debe dejar de utilizar combustibles fósiles contaminantes y debe apostar por las energías renovables. Esta transición energética seguirá precisando de tierras y recursos, pero los gobiernos están más facultados que nunca para regular la actividad empresarial y proteger los derechos humanos. Desde Amnistía Internacional pedimos que se tomen medidas urgentes para combatir la crisis climática. ¡Ayúdanos con tu firma!