La noche del 31 de mayo de 2020, la policía de la ciudad de Des Moines, Iowa, roció con pulverizador de pimienta, detuvo y recluyó a la periodista Andrea Sahouri mientras esta informaba sobre una protesta de Black Lives Matter, a pesar de que ella gritó: “¡Soy de la prensa, soy de la prensa!”.
Mientras la policía disparaba gas lacrimógeno, Andrea corrió junto a otros manifestantes a un concurrido cruce comercial, y la policía cargó contra ellos. Aunque ella no dejó de gritar “¡Soy de la prensa!”, la rociaron dos veces a quemarropa con pulverizador de pimienta en los brazos y la cara. Andrea dijo a Amnistía: “Me ardían toda la cara y los ojos, y lloraba de dolor”. La policía la detuvo, le esposó las manos a la espalda con abrazaderas y la hizo subir a un furgón policial. Se la acusó de no dispersarse y de interferir en actos oficiales.
“Quiero dar las gracias a Amnistía Internacional (...) y a cada uno de vosotros y vosotras que me habéis apoyado y que os habéis solidarizado conmigo en esta lucha por la libertad de prensa.
Amnistía Internacional puso en marcha una recogida de firmas a nivel internacional pidiendo que se desestimasen todos los cargos contra ella porque informar, en el lugar de la protesta como periodista, no es un delito. Es un derecho que debe ser protegido.
Amnistía Internacional documentó el caso de Andrea en su informe de agosto de 2020 El mundo está observando: Violaciones masivas de los derechos de manifestantes del movimiento Black Lives Matter por la policía estadounidense, en el que describió cómo, en muchas protestas de 2020 mayoritariamente pacíficas, la policía había hecho un uso excesivo de la fuerza contra periodistas, personas que realizaban labores autorizadas de observación y personal de primeros auxilios, además de contra manifestantes. Ese uso excesivo de la fuerza vulneró su derecho a la libertad de reunión pacífica y de expresión, causó lesiones y puso en peligro a todas las personas afectadas.
A pesar de la presión mundial para que se retiraran los cargos, la fiscalía insistió en seguir adelante con el juicio que duró tres días y atrajo la atención de los medios de comunicación internacionales. Finalmente, el 10 de marzo de 2021, Andrea fue declarada inocente.
Amnistía Internacional se congraluta del veredicto y agradece la movilización mundial de toda su membresía, incluida la de España. Andrea Sahouri también se ha mostrado feliz y ha manifestado su más sincero agradecimiento por el apoyo recibido de todos los rincones del mundo.