Lo que se conoce como “cultura de la violación”, que normaliza e incluso justifica la violencia sexual —incluida la violación— en nuestras sociedades, se sustenta y perpetúa en mitos y estereotipos de género nocivos.
La violación puede ocurrir en todo tipo de circunstancias. La única forma de descartar que un acto no es una violación consiste en confirmar que las dos partes lo han consentido libremente. La manera de vestir, comportamientos anteriores o el matrimonio no constituyen consentimiento.
Manifestación contra la violencia sexual celebrada en Michigan, Estados Unidos. © REUTERS/Emily Elconin
Es importante que nuestro activismo y nuestras conversaciones contribuyan a desmontar los “mitos sobre la violación” y no a reforzarlos.
Ten en cuenta que al intentar romper un mito podemos acabar reforzándolo sin querer. Si ponemos mucho énfasis en el mito podemos contribuir a seguir propagándolo. Se corre el riesgo de que la gente recuerde el mito en lugar del argumento que lo desmonta.
“La violación puede ocurrir en todo tipo de circunstancias. La única forma de descartar que un acto no es una violación consiste en confirmar que las dos partes lo han consentido libremente”
Manifestación contra la violencia sexual celebrada en Michigan, Estados Unidos. © REUTERS/Emily Elconin
Hechos que pueden utilizarse en respuesta a los “mitos sobre la violación” y los estereotipos más frecuentes.
Mito 1: La víctima tiene la culpa
- La manera de vestir, cuánto alcohol decide tomar, con quién elige salir, cómo se comporta o cómo elige vivir su vida no convierten a una persona en responsable en caso de ser violada. La única persona culpable de una violación es el violador.
Mito 2: La ropa y la actitud contribuyen a la violación
- La violación es una vulneración de la integridad física y la autonomía sexual de una persona y, como tal, es un delito que nace de la acción del violador, NO de la víctima. (En respuesta a: “Con la ropa que llevaba, lo estaba pidiendo”, “estaba tonteando”, “aunque fuera una violación, es culpa de la víctima”, “no se puede decir que un/a trabajador/a sexuales sea violado/a”, etc.).
Mito 3: No decir "no" es decir "sí"
- Es responsabilidad de ambas partes asegurarse de que cada una ha consentido. La ausencia de un “no” no es un “sí”; sólo un “sí” entusiasta significa “sí”. Hay distintos motivos por los que una persona puede no ser capaz de decir “no”, y cada quien puede reaccionar de forma diferente a la violencia sexual. (En respuesta a: “No dijo que no”, “no protestó” y “no hubo violencia”).
Mito 4: Solo las mujeres sufren violaciones
- Aunque la mayoría de las víctimas son mujeres y niñas, cualquier persona, de cualquier género, puede ser víctima de violación. (En respuesta a: “No se puede violar a un hombre”).
Mito 5: Haber tenido relaciones previas implica consentimiento
- Salir con alguien, ir a casa con esa persona, o haber mantenido relaciones sexuales previas no significa necesariamente que se haya otorgado consentimiento para mantenerlas en esa ocasión concreta. (En respuesta a: “Consintió en tener relaciones sexuales la semana pasada, así que hoy también fue consentido”).
Manifestación para denunciar la violencia contra las mujeres. © Benjamin Girette / Hans Lucas
Mito 6: Las violaciones son provocadas por desconocidos- En la mayoría de los casos, los violadores son las parejas de las víctimas, sus exparejas o sus amigos. (En respuesta a: “La mayoría de las violaciones las cometen desconocidos, personas ajenas a la víctima, ‘auténticos canallas’”, “una persona no puede agredir sexualmente a su pareja o cónyuge”).
Mito 7: Las violaciones solo se producen por la noche
- En la mayoría de los casos, las violaciones ocurren en casa de la víctima, cerca de su casa o en casa de una persona conocida. (En respuesta a: “La violencia sexual y las violaciones sólo ocurren por la noche, en lugares públicos o al aire libre, en lugares oscuros como callejones, bosques y parques”).
Mito 8: La violación no provoca daños
- Violar a alguien es un delito que puede causar un daño muy profundo.Se suele pensar que la violación no es un “delito real”, o que las víctimas denuncian una violación simplemente cuando se arrepienten de haber mantenido relaciones sexuales, PERO lo que convierte a la violación en delito son sus consecuencias físicas y emocionales y la agresión que supone para la integridad física y la autonomía sexual. (En respuesta a: “Sólo es sexo no deseado”).
Mito 9: Las víctimas de violación mienten
- Las víctimas deben mostrar mucho valor y fortaleza para denunciar una agresión ante la policía. Merecen ser creídas; deben recibir el apoyo al que tienen derecho, y los hechos que denuncian deben investigarse de forma exhaustiva. (En respuesta a: “Muchas víctimas mienten cuando dicen que las han violado o acosado y dan testimonios falsos por venganza, o porque no quieren admitir una relación”, “las mujeres son vengativas”).
Mito 10: La violación real se denuncia inmediatamente
- La mayoría de las personas supervivientes no denuncian las violaciones. Quienes denuncian o cuentan su historia a menudo lo hacen varias semanas, meses o incluso años después de la violación. Sus experiencias siguen siendo válidas e importantes. (En respuesta a: “Quien realmente sobrevive a una agresión sexual denuncia inmediatamente”; ver en Twitter #PorQuéNoDenuncio).
Mito 11: La violencia sexual no es algo común
- La violación es mucho más común de lo que la gente piensa, y afecta a las mujeres de forma desproporcionada. En la Unión Europea (UE), una de cada 20 mujeres de más de 15 años ha sido violada. Eso representa alrededor de 9 millones de mujeres. También en la UE, una de cada 10 mujeres de más de 15 años ha sufrido algún tipo de violencia sexual. (En respuesta a: “Las violaciones no son tan habituales”).
Manifestación contra la violencia sexual. © AI
Mito 12: Los hombres no sufren violaciones
- Es importante que reconozcamos que la violación tiene una dimensión de género y adoptemos un enfoque de género, que tenga también en cuenta las necesidades específicas de los diferentes tipos de víctimas de violencia sexual. Las medidas que sirven para empoderar a las mujeres y niñas también benefician a los hombres, a las personas no binarias y a las de todos los géneros que sufren violencia sexual. (En respuesta a: “¿Por qué sólo hablamos de mujeres? También se viola a hombres”).
Mito 13: Las trabajadoras y trabajadores sexuales no son víctimas
- Las trabajadoras y los trabajadores sexuales tienen derecho a dar o negar su consentimientoa participar en cualquier tipo de actividad sexual y, por tanto, pueden sufrir violaciones como cualquier otra persona. Cuando acuerdan recibir dinero a cambio de sexo hablamos de actos consensuados, no de violaciones ni violencia. (En respuesta a: “Un/a trabajador/a sexual no puede ser víctima de agresión sexual”).
Acto de Amnistía Internacional para denunciar la violencia sexual y para pedir cambios en la ley que respalden que el sexo sin consentimiento es violación. © Philippe Lionnet