Pide a la Unión Africana que proteja realmente a la población civil frente a la limpieza étnica y a los asesinatos sectarios.
Esta acción ha finalizado (3 de marzo de 2014)
El 3 de marzo de 2014 el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha presentado su informe sobre la situación en la República Centroafricana ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Amnistía Internacional ha aprovechado este momento, en el que la atención de la comunidad internacional está centrada en el país africano, para hacer entrega de las firmas recogidas, junto con nuestras peticiones, al Comisionado para Paz y Seguridad de la Unión Africana. La situación en el país sigue siendo crítica, y requiere una respuesta inmediata. Por ello, Amnistía Internacional seguirá pidiendo a la Unión Africana que asegure que las fuerzas de mantenimiento de la paz presentes en la República Centroafircana cumplan eficazmente con su mandato de proteger a la población civil, despliegándose a las zonas donde ésta corre perligro inminente de sufrir nuevos ataques, y así poner poner fin al éxodo forzoso de las comunidades musulmanas.
Gracias a las más de 37.000 personas que han tomado parte en la acción. Petición antes del cierre:
“
Mataron a mis hijos sin piedad” afirma Oure, una mujer musulmana cuyos cuatro hijos fueron
asesinados por las milicias cristianas antibalaka el 26 de enero. La familia iba de camino a una iglesia en la ciudad de Baoro, al noroeste del país, donde querían refugiarse. Las milicias antibalaka están llevando a cabo una limpieza étnica contra las comunidades musulmanas en la parte occidental del país que
está generando un éxodo de proporciones históricas. El 18 de enero, en uno de los ataques más mortíferos, al menos 100 personas fueron asesinadas. Esas comunidades están siendo castigadas, desgraciadamente, como consecuencia de las
matanzas,
violaciones,
tortura y
saqueos cometidos por las fuerzas de la
coalición Seleka, integradas en su mayor parte por personas musulmanas, hasta hace poco en el poder. Es fundamental que las fuerzas militares internacionales, presentes en el país,
pongan fin a esta violencia y protejan de forma efectiva e inmediata a las comunidades musulmanas.
La urgencia de la situación exige una respuesta inmediata.