El 14 de agosto entró en vigor el alto el fuego en Líbano e Israel. Miles de civiles han empezado a regresar a sus casas con la esperanza de que el conflicto no vuelva a estallar. La comunidad internacional debe investigar los crímenes cometidos.
Está acción está cerrada. Gracias a las 26.800 personas que participaron en ella, enviando firmas al Gobierno español exigiéndole que promueva la investigación de estos crímenes de guerra.
Desde Amnistía Internacional seguimos trabajando para denunciar las violaciones y abusos de derechos humanos que se producen en la región de Oriente Próximo.
Petición original:
El 14 de agosto entró en vigor el alto el fuego aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU en su Resolución 1701. A pesar de que es un alto el fuego frágil, muchos civiles han empezado a regresar a sus casas con la esperanza de que el conflicto no vuelva a estallar. Centenares de miles no tienen ningún lugar al que regresar, pues lo único que queda de sus hogares es un montón de escombros.
Tanto Israel como Hezbolá deben garantizar que la llegada de
ayuda humanitaria a la población civil de Líbano no encuentra ningún tipo de obstáculo. La comunidad internacional debe garantizar el suministro y la distribución de esta ayuda que tanto necesitan en Líbano.
Por otra parte, debe iniciarse sin demora una
investigación internacional independiente e imparcial de las graves violaciones y abusos del derecho internacional humanitario cometidos por ambos bandos, incluidos crímenes de guerra y los responsables deben responder ante la justicia.
Entre el 12 de julio y el alto el fuego, más de 1000 civiles, muchos de ellos menores, han muerto en Líbano a causa de los reiterados, indiscriminados y desproporcionados bombardeos aéreos y la artillería pesada de Israel. Se han destruido puentes, carreteras, redes eléctricas y otras infraestructuras civiles esenciales, paralizando la vida en Líbano. Las investigaciones llevadas a cabo por Amnistía Internacional indican que las fuerzas israelíes atacaron zonas residenciales que causaron destrucción masiva. A algunos civiles los mataron en ataques contra vehículos cuando los habitantes de las localidades del sur de Líbano abandonaban sus hogares siguiendo las indicaciones del ejército israelí.
Al menos 40 civiles israelíes han muerto y centenares más han resultado heridos a causa de los cohetes disparados por Hezbolá desde el otro lado de la frontera.
El demoledor ataque contra Qana es sólo un ejemplo de que durante el conflicto ambas partes han mostrado un desprecio manifiesto por las leyes de la guerra. La población civil de ambos bandos ha pagado un alto precio, abundan los crímenes de guerra.
Exige al Gobierno español que promueva la investigación de los crímenes de guerra.