En Irlanda, la interrupción del embarazo está prohibida incluso en los casos de violación, incesto, riesgo para la salud y malformación severa y mortal del feto. Abortar puede ser penalizado con una pena de hasta 14 años de prisión.
Esta acción ha finalizado (18 de agosto de 2015)
¡Muchas gracias a las más de 17.000 personas que habéis firmado esta petición! La legislación irlandesa en materia de aborto es una de las más restrictivas del mundo. Las mujeres y las niñas son tratadas como criminales debido a que el aborto es un delito salvo que exista riesgo para la vida – no para la salud, de la mujer. Por este motivo, entre 10 y 12 mujeres cada día abandonan Irlanda para interrumpir su embarazo. La mayoría tienen edades comprendidas entre 20 y 34 años. Diferentes organismos internacionales de derechos humanos han denunciado que las leyes restrictivas sobre el aborto, incluidas las vigentes en Irlanda, violan los derechos humanos de las mujeres y las niñas. Amnistía Internacional continuará trabajando para que no haya leyes restrictivas y porque se despenalice el aborto a fin de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas en todo el mundo, incluido Irlanda. Petición antes del cierre
Lupe tuvo que salir de Irlanda para someterse a un aborto en su país de origen, España.
El embrión llevaba ya semanas muerto en su vientre, pero la ley irlandesa no le permitía el aborto legal y seguro que necesitaba. “Pudimos ver el embrión perfectamente. Era un pequeño embrión de 3mm… muerto, estaba destrozada. El embrión dejó de crecer cuando tenía cuatro o cinco semanas. Eso significa que yo había tenido un embrión muerto en mi vientre durante más de dos meses”. Tras semanas de exploraciones y análisis, pero ninguna solución, Lupe decidió regresar a España para poder abortar. “Quedó claro para mí que si surgiese alguna complicación, ésta gente me dejaría morir (...). “No me sentía más como un ser humano porque yo no estaba siendo tratada como un ser humano”. “Ahora creo que cuando una mujer se queda embarazada en Irlanda, ésta pierde sus derechos humanos”. La Ley de la Protección de la Vida durante el Embarazo, que entró en vigor en 2014 en Irlanda,
es una de las legislaciones más restrictivas del mundo. Solo permite el aborto en caso de peligro para la vida -no la salud- de la mujer. En todos los demás casos – violación, incesto, malformación severa y mortal del feto – está prohibido y se castiga con penas de hasta 14 años de prisión para cualquiera que obtenga un aborto o trate de ayudar a alguien a conseguir uno. La legislación irlandesa trata a las mujeres y niñas como criminales, y viola sus derechos humanos. También tiene nefastas consecuencias para los profesionales sanitarios que, por miedo a ser acusados de promoverlo o promulgarlo, no dan información completa sobre el aborto, pues el crimen conlleva una multa de hasta 4.000 euros. Esto empuja a que 4.000 mujeres al año abandonan Irlanda para interrumpir su embarazo, es decir, entre 10 y 12 mujeres cada día. Salir de Irlanda por no poder someterse a un aborto allí obliga a algunas a poner en peligro su salud, y en todos los casos se fomenta el estigma que hace que se sientan como si fueran delincuentes por hacerlo.
El Gobierno irlandés debe proteger los derechos de las mujeres. Pide a Irlanda que cambie su legislación sobre el aborto.