En Eslovaquia miles de niños y niñas de etnia gitana continúan siendo víctimas de una educación de menor calidad que el resto de menores y de un sistema educativo que sigue segregándolos. ¡Actúa!
Esta acción ha finalizado. Queremos dar las gracias a las más de 14 mil personas que con su firma han contribuido a expresar al Gobierno Eslovaco el trato discriminatorio que sufren niños y niñas romaníes en el sistema educativo de su país.
Desde la puesta en marcha de la acción, nuevos datos han aumentado las preocupaciones de Amnistía Internacional sobre la situación de los niños y niñas romaníes en las escuelas eslovacas. El pasado mes de enero, el Consejo de Europa a través de un comité asesor pidió medidas inmediatas al Gobierno de Eslovaquia que terminen con la situación de segregación que sufren los y las menores romaníes en Eslovaquia. Actualmente estos niños y niñas siguen siendo asignados injustificadamente en "escuelas especiales". El nuevo gobierno no ha puesto en marcha ninguna medida oficial para mejorar esta situación. Os mantendremos informados/as de cualquier novedad al respecto.
Petición original:En
Eslovaquia miles de niños y niñas de etnia gitana continúan siendo víctimas de una educación de menor calidad que el resto de menores y de
un sistema educativo que sigue segregándolos.
Actitudes discriminatorias arraigadas en el sistema educativo han provocado situaciones en las que, desde la etapa de educación infantil, los niños y niñas romaníes son aislados en clases o edificios independientes, o separados incluso a la hora del almuerzo, para evitar que se mezclen con alumnado no gitano. En algunas regiones los menores romaníes asisten a clases diferenciadas en función del origen étnico y a menudo tienen un programa de estudios reducido.
En zonas con amplia población gitana, al menos tres de cada cuatro menores que acuden a las escuelas destinadas a un alumnado con “discapacidad mental leve” son de esta etnia. En todo el país, los niños y niñas gitanos suponen el 85 por ciento de los estudiantes que asiste a aulas especiales. Sin embargo, la población romaní representa menos del 10 por ciento de la población total eslovaca.
La discriminación y la segregación en las escuelas eslovacas limita brutalmente las oportunidades de futuro los niños y las niñas e impiden que la población romaní participe por completo en la sociedad eslovaca, aislándola en un círculo de pobreza y marginación.
El gobierno eslovaco debe acabar con esta discriminación, que tiene un grave impacto sobre parte de la población del país.