Manahel al-Otaibi y Salma al-Shehab: encarceladas por defender los derechos de las mujeres saudíes
China: Innovando en la represión
Esta acción ha finalizado. Hemos sido 7.172 firmantes
Gracias a las mas de 7.000 personas que habéis firmado en favor de la abogacía que defiende los derechos humanos y de quienes colaboran en su trabajo. Un año después de las 248 detenciones o interrogatorios, tres personas habían sido condenadas a penas entre tres y siete años de cárcel y 13 estaban pendiente de juicio. Desde que abrimos esta ciberación hemos podido felicitarnos de la liberación condicional de la abogada Wang Yu y de la asistente Zhao Wei, aunque han estado precedidas de sendas "confesiones públicas", renegando de su trabajo para el despacho de abogados en el que trabajan. En Amnistía Internacional seguiremos trabajando para que las autoridades de China permitan el libre ejercicio de la abogacía que defiende los derecho humanos y libere tanto a las personas que siguen a la espera de juicio como a quienes han sufrido condena en juicio injustos.
Petición antes del cierre
Un año después del comienzo de una ataque sin antecedentes contra abogados y abogadas que defienden los derechos humanos, 13 están pendientes de juicio. ¡Actúa!
Actualización (8 de agosto de 2016):
A finales de julio comenzó la farsa judicial contra abogados, abogadas y activistas en China que defienden los derechos humanos en China con tres sentencias condenatorias. El abogado Zhou Shigen y los activistas Zhai Yanmin y Hu Zhigen fueron declarados culpables de “subvertir el poder del Estado” y condenados a siete, tres y siete años y medio de cárcel respectivamente. Los tres hombres estuvieron detenidos en espera de juicio durante más de un año, se les negó la asistencia de abogados defensores de su elección y no se permitió a sus familias asistir a los juicios. La televisión estatal china emitió presuntas “confesiones” de Zhou Shifeng y Zhai Yanmin antes de sus juicios.
En lo que constituye una buena noticia a medias, el 1 de agosto, medios de comunicación chinos informaron de que la abogada Wang Yu había quedado en libertad bajo fianza en un vídeo en el que la propia abogada denunciaba su trabajo en el pasado y afirmaba que el despacho de abogados para el que trabajaba había sido utilizado por “fuerzas occidentales” para desprestigiar al gobierno chino. Esta liberación no ha podido confirmarse. El uso de estas "confesiones" es una práctica habitual del gobierno chino contra profesionales de la abogacía y activistas de derechos humanos.
Zhao Wei también fue liberada bajo fianza.
Otras 13 personas afectadas por la campaña represiva continúan en espera de juicio, diez de ellas por cargos relacionados con la seguridad del Estado, que a menudo se presentan contra activistas de los derechos humanos y disidentes.
El 9 de julio de 2015 fue un día negro en China. Wang Yu, una prestigiosa abogada de Pekín defensora de derechos humanos, desapareció a primera hora tras enviar un mensaje de texto diciendo que se había quedado sin conexión a Internet y sin electricidad en su domicilio, y que estaban intentando entrar a su casa.Esta detención dio el pistoletazo de salida para una oleada de represión sin precedentes contra personas que ejercen la abogacía y llevan casos de derechos humanos y otros activistas en toda China. A lo largo de las siguientes semanas, agentes de seguridad del Estado interrogaron o detuvieron al menos a 248 abogados y activistas, muchas de cuyas oficinas y domicilios fueron registrados. Un año después, un abogado y dos activistas han sido condenados a penas entre tres y siete años por "subvertir el poder del estado", y otras 13 personas afectadas por la campaña represiva continúan en espera de juicio. Wang Yu podría haber sido liberada si se confirma la información aparecida en diferentes medios de comunicación. Algunas de las personas detenidas han aparecido en vídeos renegando de su trabajo.
En un vuelta de tuerca a la represión, varias de las personas que defienden a estos abogados y abogadas bajo arresto, recibieron la orden de abandonar el caso, siendo en algunos casos reemplazadas por otras elegidas por el gobierno. Esta es una práctica habitual en China.
Todas estas personas tienen en común defender casos "sensibles" como la defensa de presos de conciencia. El mensaje es claro: avisar a quienes apoyan y representan en juicios a víctimas de derechos humanos en China de que su trabajo no es bienvenido.
¡Actúa! Pide a las autoridades de China que liberen inmediatamente a los integrantes de la abogacía y a los activistas detenidos por su trabajo en defensa de los derechos humanos.