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Los enfrentamientos causan una tragedia humanitaria

Continúan los enfrentamientos en diversos frentes de Kivu Septentrional, en la República Democrática del Congo, a pesar del cese de hostilidades unilateral declarado el 29 de octubre por el grupo armado Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP). La ofensiva lanzada por el CNDP en octubre obligó a las fuerzas armadas nacionales y a cientos de miles de civiles a dirigirse hacia Goma, capital de la provincia.

Hasta el momento, más de 250.000 personas han huido de la constante violencia, lo que ha elevado el número total de desplazados en la provincia a no menos de 1,2 millones, aunque la cifra es probablemente superior. La mayoría viven ahora en campos para personas desplazadas situados en la estrecha franja de tierra en torno a Goma que aún está bajo control del gobierno.

"En la provincia de Kivu Septentrional se está produciendo una tragedia humanitaria y de derechos humanos, pero el Consejo de Seguridad de la ONU, la Unión Europea y la Unión Africana están cruzados de brazos", ha afirmado Andrew Philip, investigador de Amnistía Internacional sobre la República Democrática del Congo. "Hasta la fecha aún no han dado a las fuerzas de la ONU para el mantenimiento de la paz, la MONUC, los refuerzos y el material que necesita para ofrecer protección efectiva a la población civil".

A parecer, el estado de los campos es desastroso. Continúan levantándose nuevos campos, muchos de ellos sin letrinas, agua potable ni refugios; algunos se hallan a unos cientos de metros del frente.

Han comenzado a recibirse informes de decenas de casos de cólera. Los organismos de ayuda humanitaria están haciendo todo lo posible para proporcionar asistencia a estas personas desplazadas, pero están a punto de verse sobrepasados por la envergadura del sufrimiento.

En la mayor parte de la provincia, en zonas controladas por grupos armados o en las que los organismos de ayuda humanitaria no pueden entrar por otros motivos, hay decenas de miles de personas desplazadas de las que no se tienen noticias y que están viviendo sin ningún tipo de asistencia organizada.

La situación de los derechos humanos es igualmente trágica. Según informes, en la noche del 5 al 6 de noviembre, tras encarnizados enfrentamientos entre el grupo armado del CNDP y milicias mayi-mayi progubernamentales que luchaban por el control de la ciudad de Kiwanja, combatientes del CNDP registraron casa por casa para localizar a miembros de las milicias mayi-mayi al pensar que se habían escondido en su interior.

Testigos de los hechos afirmaron a Amnistía Internacional que miembros del CNDP sacaron de sus casas y mataron deliberadamente a un gran número de hombres que vivían en Kiwanja, "padres jóvenes y recién casados" ("jeunes papas et nouveaux mariés") que en su mayoría tenían edades comprendidas entre los 18 y los 30 años. Según informes, combatientes mayi-mayi también mataron ilegítimamente a civiles en Kiwanja y su extrarradio porque sospechaban que eran partidarios del CNDP.

Según informes recibidos por Amnistía Internacional, hasta el momento han sido enterradas 72 personas en la ciudad; al parecer, algunas murieron en el fuego cruzado que se produjo durante los combates, pero muchas otras murieron posteriormente. Los cadáveres mostraban heridas de bala y arma blanca.

Según los informes, en la noche del 29 al 30 de octubre se produjeron al menos 18 homicidios en Goma; al parecer, la mayoría de ellos fueron consecuencia de atracos a mano armada y saqueos por parte de soldados gubernamentales que se batían en retirada por la ciudad.

Amnistía Internacional continúa recibiendo diariamente informes sobre otros crímenes de guerra y graves abusos contra los derechos humanos. En los territorios de Masisi y Rutshuru siguen produciéndose violaciones y homicidios de civiles y secuestros de menores para convertirlos en niños y niñas soldados.

La crisis ha desencadenado una intensa actividad diplomática de alto nivel, como la cumbre regional de jefes de Estado africanos presidida por el secretario general de la ONU en la que se abordó la difícil situación, y las misiones de enviados especiales de la ONU y la Unión Africana y de destacados políticos estadounidenses y de la UE.

"Pero, hasta ahora, este ir y venir diplomático no ha salvado ni una sola vida ni ha abierto una sola vía para la ayuda humanitaria que tanto se necesita", ha afirmado Andrew Philip. "Muchos gobiernos han expresado su apoyo al envío de refuerzos para la MONUC, pero el Consejo de Seguridad aún no ha autorizado el envío de las tropas adicionales y el material y personal especializado que la MONUC afirma necesitar."

Amnistía Internacional insta a la comunidad internacional a que: * deje de buscar pretextos para no actuar.* envíe refuerzos para la MONUC ya.* cree corredores seguros en todo Kivu Septentrional para el envío de ayuda humanitaria.* presione de forma coordinada a las fuerzas en combate para que pongan fin a todos los abusos contra los derechos humanos.

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