Las iniciativas para detener a Joseph Kony deben respetar los derechos humanos

La detención de Joseph Kony, destacado dirigente del Ejército de Resistencia del Señor, debe llevarse a cabo de acuerdo con las nomas de derechos humanos, ha declarado hoy Amnistía Internacional tras la masiva respuesta pública a la campaña que propugna la detención de Kony en 2012. Kony y otros tres dirigentes del Ejército de Resistencia del Señor llevan eludiendo su detención desde 2005, cuando la Corte Penal Internacional (CPI) los acusó de crímenes de lesa humanidad y una serie de crímenes de guerra, entre los que se incluyen el asesinato, el reclutamiento forzoso de niños y niñas menores de 15 años, la esclavitud sexual y la violación. Amnistía Internacional lleva muchos años pidiendo que se detenga a los dirigentes del Ejército de Resistencia del Señor. “Joseph Kony y otros dirigentes del Ejército de Resistencia del Señor llevan demasiado tiempo eludiendo la detención, y esta campaña es un excelente recordatorio de los crímenes que siguen cometiendo sus integrantes, así como la necesidad de detener y entregar a sus dirigentes a la CPI para que los juzgue”, ha señalado Erwin van der Borght, director del Programa para África de Amnistía Internacional. Durante más de dos decenios, Amnistía Internacional ha documentado crímenes cometidos por el Ejército de Resistencia del Señor y su terrible impacto en las vidas de miles de civiles en la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur y Uganda. Amnistía Internacional ha documentado asimismo violaciones de derechos humanos cometidas por las Fuerzas de Defensa del Pueblo de Uganda contra comunidades civiles en las que el Ejército de Resistencia del Señor se hallaba presente, y contra integrantes del mismo detenidos. “Es importante recordar que muchos de los integrantes del Ejército de Resistencia del Señor son asimismo víctimas de violaciones de derechos humanos, como el reclutamiento forzoso”, ha dicho Erwin van der Borght. “Las fuerzas que persiguen al Ejército de Resistencia del Señor deben tratar de detener a los sospechosos de acuerdo con el derecho internacional.” También se debe hacer todo lo posible para proteger a las comunidades civiles en las que el Ejército de Resistencia del Señor se encuentre presente, admitiendo que corren grave peligro de que los ataquen y los obliguen a unirse al Ejército de Resistencia del Señor por la fuerza. Detener a Kony, una responsabilidad global A juicio de Amnistía Internacional, deben ser los gobiernos de los países de la región donde actúa el Ejército de Resistencia del Señor los que lideren las iniciativas para detener a Joseph Kony, no las fuerzas armadas estadounidenses. La ONU y la Unión Africana, ambos implicados en las iniciativas para detener a sospechosos del Ejército de Resistencia del Señor, tienen también un importante papel que desempeñar por lo que respecta a apoyar las iniciativas para detener a los dirigentes del Ejército de Resistencia del Señor, proteger a las comunidades afectadas y vigilar y denunciar la situación en que se encuentra la protección de los derechos humanos. “Toda persona que se sume a la campaña que propugna la detención de Kony en 2012 debe insistir en que las iniciativas para detener a Joseph Kony deben respetar los derechos humanos. Resulta también de vital importancia asegurarse de que cualquier acción garantice la protección de la población civil que habita las zonas circundantes.”  La muerte de cualquiera de los acusados impediría que se hiciese justicia a las víctimas de los abusos cometidos por el Ejército de Resistencia del Señor. También es necesario tomar medidas para ofrecer reparación a las víctimas de violaciones de derechos humanos cometidas por el Ejército de Resistencia del Señor a fin de compensarlos por su sufrimiento, entre otras, prestar atención médica y psicológica a las víctimas de violencia sexual y reintegrar a los niños soldados en sus comunidades y poner a su disposición la posibilidad de estudiar o cursar formación profesional.