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El Gobierno debe acabar con la segregación de niñas y niños romaníes

Niños romaníes durante una clase en la escuela de Torysa, Eslovaquia, en abril de 2010. Copyright Fotis Filippou
Londres.- Amnistía Internacional insta al gobierno eslovaco a poner fin a la segregación de niñas y niños romaníes en el sistema educativo del país de forma inmediata. Esta práctica permite que miles de alumnas y alumnos romaníes reciban una educación de menor calidad en escuelas y aulas destinadas a estudiantes con “discapacidad mental leve” o en escuelas y aulas del sistema de educación general segregadas por motivos étnicos. En un informe al gobierno eslovaco, Steps to end segregation in education,, Amnistía Internacional señala graves lagunas en la aplicación y supervisión de la prohibición de discriminación y segregación en el sistema educativo eslovaco. “Como consecuencia de la discriminación generalizada, los niños y niñas romaníes de todo Eslovaquia están atrapados en un sistema educativo que no deja de defraudarlos, les priva de la igualdad de oportunidades y los condena a una vida de pobreza y marginación”, dijo David Diaz-Jogeix, director adjunto del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional. “El gobierno eslovaco tiene mucho trabajo por delante para terminar con la segregación que afecta a una gran parte de la población del país. La segregación en la educación supone la estigmatización de por vida de niños y niñas a quienes se les limita de forma extrema sus oportunidades de futuro. Es una práctica impropia de la Europa del siglo XXI y debe ser eliminada”. La segregación de los niños y niñas romaníes adopta diversas formas: escuelas o aulas especiales dentro de las escuelas del sistema de educación general, destinadas a un alumnado con “discapacidad mental leve”, y escuelas y aulas del sistema de educación general sólo para estudiantes romaníes. Aunque se calcula que la población romaní constituye menos de un 10 por ciento de la población total de Eslovaquia, representa hasta el 60 por ciento del alumnado de las escuelas especiales, según un estudio de 2009. En regiones con una elevada tasa de población romaní, tres de cada cuatro estudiantes en escuelas especiales pertenecen a dicha etnia. El 85 por ciento de los niños y niñas en aulas especiales dentro de escuelas del sistema de educación general de todo el país es romaní. Las causas de la segregación son complejas e incluyen la existencia de arraigadas actitudes anti romaníes, así como los fracasos de política en el sistema educativo, como son las evaluaciones prematuras e inadecuadas y el apoyo insuficiente a los menores romaníes en el sistema de educación general. El sentimiento anti romaní generalizado en todo el país que manifiestan muchos de los progenitores no romaníes y de los profesionales de la educación también es causa de la segregación de niños y niñas romaníes, incluso en las escuelas y aulas del sistema de educación general. Esto ha conducido a una situación en la que los menores romaníes son a veces literalmente encerrados en aulas, pasillos o edificios separados para evitar que se mezclen con el alumnado no romaní. El compromiso recientemente formulado por el nuevo gobierno de eliminar la segregación en la escolarización de los niños y niñas romaníes, incluido en el programa adoptado por el gobierno de coalición en agosto de 2010 es, no obstante, un avance bien recibido. “La idea de que la separación puede ser igualitaria ha sido rebatida. Eslovaquia no puede continuar negando a sus niñas y niños romaníes el derecho a la educación sin discriminación”, señaló David Diaz-Jogeix . “Las decisiones que tome ahora el gobierno afectarán las vidas de miles de niños y niñas romaníes. El gobierno tiene la llave para permitir la plena parcipación de la población romaní en Eslovaquia en la sociedad eslovaca y europea”. Amnistía Internacional hace un llamamiento a las autoridades eslovacas para que:
  • Proporcionen a la Dirección Estatal de Inspectores Escolares los recursos adecuados, incluidos directrices y procedimientos firmes y detallados para identificar, supervisar y combatir en la práctica la segregación;

  • Inicien la recopilación sistemática de datos sobre educación, desglosados por género y etnia;

  • Introduzcan en todas las escuelas la clara obligación de eliminar la segregación en el sistema educativo y le proporcionen un apoyo eficaz;

  • Introduzcan medidas adecuadas de apoyo a los niños y niñas romaníes y no romaníes que necesiten ayuda adicional, de modo que puedan desarrollar al máximo su potencial dentro de las escuelas de educación general.

CasosJakub tiene 16 años y vive con su familia en un asentamiento romaní 20 km al noroeste de la capital, Bratislava. Su escolarización comenzó en un aula del sistema de educación general, donde recibió una beca por ser un excelente estudiante. Cuando llegó a quinto curso, Jakub fue enviado a realizar una evaluación de sus capacidades, tras una discusión con su profesor. Sus padres no fueron informados sobre la evaluación y el niño fue trasladado de inmediato a una clase especial para niños y niñas con “discapacidad mental leve”. Uno de los antiguos profesores de Jakub le dijo a Amnistía Internacional: “Algunos de los niños, tal y como yo lo veo, son erróneamente asignados. Por ejemplo, [Jakub] había sido clasificado como discapacitado mental [leve]… basándose en la hiperactividad… El chico tenía que haber estado en una clase general. Era un genio.” Ahora que ha acabado la escuela primaria, Jakub se siente obviamente frustrado por la injusticia que sufrió. “Lo que me hicieron fue cruel… Hicieron de mí un idiota”. Ľuboš es un niño de siete años que vive con su madre, Angelika, en Prešov, la tercera mayor ciudad de Eslovaquia. Angelika inscribió a su hijo en una de las mejores escuelas del centro de la ciudad. Su padre, eslovaco no romaní, fue quien lo matriculó. Pero según Angelika, las cosas cambiaron cuando ella empezó a ir al colegio. La profesora comenzó a tener problemas con Ľuboš y le dijo a Angelika que no era adecuado que su hijo permaneciera en la escuela: “Dijo que mi hijo no pertenecía a esa clase por ser romaní, así que [me dijo] que debería llevarlo a la escuela romaní”. Angelika sacó a Ľuboš del colegio y el niño perdió un curso a consecuencia de ello. Más información: Abrir las puertas de su futuro: Poner fin a la segregación de niñas y niños romaníes en las escuelas eslovacas (en inglés, próximamente en español) Roma children still lose out: Segregation persists in Slovak schools despite new lawA tale of two schools: Segregating Roma into special education in Slovakia Still separate, still unequal: Violations of the right to education of Romani children in Slovakia (hay una versión abreviada en español) Eslovaquia planes separar a los niños y niñas romaníes de sus familias Nota para periodistas: Este trabajo se enmarca en la campaña de Amnistía Internacional Exige Dignidad, destinada a poner fin a las violaciones de derechos humanos que conducen a la pobreza global y la agravan. La campaña movilizará a personas de todo el mundo que pedirán a gobiernos, empresas y demás instituciones influyentes que escuchen las voces de quienes viven en la pobreza y reconozcan y protejan sus derechos. Más información en: http://www.es.amnesty.org/exigedignidad/

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