Amnistía Internacional ha afirmado que es prematuro que el Consejo de Seguridad de la ONU estudie esta misma semana levantar el embargo de armas a Somalia y advierte de que la medida podría dar lugar a que lleguen aún más armas a manos de grupos armados como Al Shabaab mientras que suprimiría los mecanismos existentes de transparencia y rendición de cuentas.
A pesar de que las condiciones de seguridad han mejorado en algunas partes del país, como Mogadiscio, los civiles siguen corriendo un gran riesgo de resultar heridos o muertos durante los estallidos de violencia armada, los bombardeos aéreos, los ataques de mortero, los atentados suicidas o por el uso de dispositivos explosivos improvisados.
“Sin las garantías adecuadas, las transferencias de armas pueden dejar a la población civil de Somalia expuesta a un peligro aún mayor y empeorar la situación humanitaria”, ha afirmado Gemma Davies, investigadora de Amnistía Internacional sobre Somalia.
“Durante años se ha violado continuamente el embargo de armas impuesto a Somalia con el suministro de armamento a grupos armados de todas las partes del conflicto. La afluencia de armas a Somalia ha propiciado la comisión de graves abusos contra los derechos humanos durante el conflicto.”
La disponibilidad generalizada de armas en Mogadiscio y otras partes de Somalia sigue generando mayor inseguridad para la población civil.
Durante un debate reciente sobre Somalia en el Consejo de Seguridad de la ONU, Fowsiyo Yusuf Haji Adan –viceprimera ministra y ministra de Asuntos Exteriores de Somalia– solicitó apoyo económico y militar para consolidar la paz y ayudar a mantener el control sobre zonas recuperadas del dominio de los grupos armados.
Adan pidió también el levantamiento del embargo de armas y afirmó que su gobierno tenía intención de adoptar “los mecanismos necesarios para que las armas no cayeran en las manos equivocadas”.
Aunque estas intenciones han tenido una buena acogida, Amnistía Internacional considera que primero deberían adoptarse tales mecanismos y que el Consejo de Seguridad de la ONU no debería levantar embargo de armas hasta que se demuestre la eficacia de tales mecanismos.
“El embargo no debe ser levantado, sino reforzado a través de la incorporación de normas estrictas que garanticen exenciones destinadas a impedir que las armas caigan en manos equivocadas y se usen para cometer abusos contra los derechos humanos y contra el derecho humanitario.”
