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Brutal agresión contra periodistas en la campaña de represión previa a Eurovisión

El periodista Idrak Abbasov fue hospitalizado después de ser asaltado mientras informaba sobre demoliciones ilegales. © IRFS
Las autoridades deben investigar exhaustiva e imparcialmente la violenta agresión sufrida por varios periodistas que el pasado miércoles intentaban filmar derribos ilegales de viviendas en las afueras de Bakú, la capital de Azerbaiyán, ha declarado Amnistía Internacional. Idrak Abbasov y su hermano, Adalet Abbasov, están hospitalizados tras ser agredidos por unos 25 empleados estatales y policías que actuaban bajo la supervisión de funcionarios del Ministerio del Interior de Azerbaiyán. Otros periodistas huyeron del lugar tras ser atacados por los funcionarios. “Cabría pensar que, con Eurovisión a la vuelta de la esquina y cuando están a punto de emitirse imágenes de Bakú en todo el mundo, las autoridades mostrarían su mejor cara”, afirmó John Dalhuisen, director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional. “En cambio, unos periodistas que iban a denunciar abusos contra los derechos humanos fueron atacados por funcionarios del Estado que deseaban impedirles que informaran de la verdad.” Idrak Abbasov, que el mes pasado fue galardonado con el premio de periodismo 2012 de la organización Index on Censorship, fue golpeado hasta perder el conocimiento, mientras que su hermano sufrió un traumatismo craneal y la rotura de una costilla. Cientos de trabajadores de la Empresa Petrolera Nacional de Azerbaiyán (SOCAR), acompañados de decenas de policías, procedían al derribo ilegal de viviendas en Sulutepe cuando los hermanos Abbasov llegaron al lugar junto con la periodista Gunay Musayeva. Según el defensor de derechos humanos local Zohrab Ismayil, no se habían notificado a los residentes de Sulutepe los planes de desalojarlos y derribar sus casas. La SOCAR quiere abrir un yacimiento petrolífero en el lugar. Gunay Musayeva dijo a Amnistía Internacional que cuando los periodistas llegaron al lugar, un grupo de miembros del personal de seguridad de la SOCAR estaba atacando a los residentes de Sulutepe que se resistían a los derribos. La periodista contó que, al ver a los periodistas filmando el ataque, un grupo de personal de la SOCAR y de policías les arrebataron las cámaras, golpearon reiteradamente a los hermanos Abbasov con porras, y les propinaron patadas y golpes cuando estaban en suelo, hasta que perdieron el conocimiento. “Les pedí varias veces que dejaran de pegarle [a Idrak], el pobre hombre estaba en el suelo lleno de sangre”, dijo Musayeva. Los empleados de la SOCAR propinaron a Gunay Musayeva puñetazos en la cara, la espalda y el estómago, y la arrastraron del pelo para sacarla de la zona : “Me quitaron la cámara y mi tarjeta de identificación como periodista; mientras me pegaban no dejaban de insultarnos y nos ordenaron que dejásemos de filmar las palizas a los manifestantes”, añadió. Los empleados de la SOCAR atacaron también a otros tres periodistas —Esmira Javadova, Galib Hasanov y Elnur Mammadov— que llegaron al lugar en un taxi. Los policías miraban mientras los trabajadores, armados de porras, destrozaban los vidrios del vehículo, obligando a huir a los periodistas.

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