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Apoyo para prohibir las bombas racimo

  • Día Mundial de Acción
Londres.- Diversas organizaciones de activistas de más de 40 países del mundo, entre ellas Amnistía Internacional, celebrarán el sábado 19 de abril de 2008 el Día Mundial de Acción para Prohibir las Bombas de Racimo. Esta iniciativa se toma un mes antes de que los gobiernos del mundo se reúnan en la Conferencia Diplomática sobre Municiones de Racimo, que tendrá lugar en Dublín del 19 al 30 de mayo de 2008, con el fin de negociar y aprobar el primer tratado legalmente vinculante jamás acordado para prohibir este tipo de armas. El Día Mundial de Acción para Prohibir las Bombas de Racimo tiene por objeto poner de relieve 40 años de lesiones y muertes de civiles a causa de este tipo de munición. El aspecto y el tamaño de las bombas de racimo hacen que parezcan de juguete y muy llamativas. Se calcula que el 60 por ciento de las víctimas civiles de bombas de racimo son menores. Amnistía Internacional ha manifestado: “Acogemos con beneplácito la atención que un creciente número de gobiernos del mundo están prestando a la munición de racimo y pedimos a los líderes mundiales asistentes a la conferencia de Dublín que negocien el tratado más estricto posible para prohibir estas horribles armas”. Casi 50 empresas fabrican en la actualidad munición de racimo pese a los crecientes llamamientos hechos en todo el mundo para que se prohíban estas armas tan inhumanas. Tienen su sede en todas las regiones del mundo, especialmente en Europa y Estados Unidos. Su número ha experimentado un preocupante aumento en Asia. Una de las nueve empresas productoras de Asia, con sede en Corea del Sur, ha enviado cohetes de munición de racimo a Pakistán (el cargamento llegó el 19 de marzo de 2008). Asimismo, en Líbano, durante los combates entre las fuerzas israelíes y Hezbolá de mediados de 2006, aparecieron, además de munición de racimo de Estados Unidos, cohetes de munición de racimo tipo 81 de 122 mm y submunición MZD-2 para ellos de fabricación china. La conferencia de Dublín reunirá a gobiernos de todo el mundo con el objeto de negociar el tratado humanitario y de desarme más importante que se acuerde en más de un decenio. Su aprobación hará posible la prohibición de la munición de racimo, el rápido despeje de minas de los lugares contaminados y el aumento de la ayuda esencial que necesitan las víctimas. El tratado tiene por objeto aprovechar la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad para mejorar la ayuda a las víctimas. Amnistía Internacional ha señalado: “ Es esencial que en la histórica conferencia de Dublín los Estados aprueben un tratado sobre la munición de racimo que permita establecer normas mundiales para salvar los millares de vidas que estas armas han arruinado. Los gobiernos tienen que prestar asistencia humanitaria a los supervivientes y que proporcionar recursos para ayudar a limpiar las zonas contaminadas sin demora. En febrero de 2007, anticipándose a esta histórica conferencia, gobiernos de todo el mundo tomaron en Oslo una iniciativa dirigida a prohibir la munición de racimo. Cuarenta y seis Estados anunciaron su apoyo a la Declaración de Oslo. Se comprometieron a tener establecido en 2008 un tratado legalmente vinculante que prohíba el uso, transferencia y fabricación de munición de racimo que cause daños inaceptables a civiles y a proporcionar recursos suficientes para ayudar a los supervivientes y despejar las zonas contaminadas. El compromiso contraído en Oslo se reafirmó en la Declaración de Wellington el 22 de febrero de 2008, cuando los Estados prometieron también llevar a término las negociaciones en Dublín en mayo de 2008. Unos 85 Estados han aprobado hasta ahora dicha declaración. Estados Unidos, Rusia y China se han mantenido al margen de este proceso de prohibición, pero en noviembre del año pasado accedieron a incluir la cuestión de las bombas de racimo en la agenda de la Convención sobre Armas Convencionales.

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