“Amnistía Internacional acoge con satisfacción los resultados del informe independiente presentado, que llama la atención sobre la precaria situación jurídica en que ha colocado a Shell el desastroso efecto que su actuación tuvo en el Delta del Níger. Gracias a este informe, está más cerca el día en que se exijan responsabilidades a Shell", ha declarado Peter Frankental, director del Programa de Relaciones Económicas de AI Reino Unido.
Según un nuevo informe independiente realizado por especialistas de la Universidad de Essex, los inversores de Shell se enfrentan a un entorno jurídico internacional más duro que probablemente tenga un drástico efecto sobre su cuenta de resultados, a medida que crecen las demandas por sus actividades en el Delta del Níger.
Las posibles responsabilidades van desde considerables daños y perjuicios por no tomar las medidas adecuadas para evitar y limpiar los vertidos de petróleo, a las que se derivan de la aplicación de las regulaciones de las bolsas estadounidenses y europeas.
“Las actividades de las empresas petroleras han convertido a grandes zonas del delta del Níger, donde viven más de 30 millones de personas, en terrenos baldíos a causa de la contaminación.
“Los numerosos vertidos de petróleo han hecho que las comunidades locales no tengan más remedio que beber agua contaminada, comer pescado contaminado, realizar las faenas agrícolas en tierras destrozadas y respirar un aire que apesta a petróleo y gas.
“Sin embargo, Shell nunca ha reconocido su responsabilidad y parece aplicar criterios menos exigentes en el delta del Níger que en otros lugares, simplemente porque cree que podrá quedar impune. En este informe queda claro que la compañía matriz, Royal Dutch Shell, puede ser responsabilizada de esta actuación irregular de su subsidiaria.
“Shell no puede seguir eludiendo sus responsabilidades. Este informe establece una clara base jurídica para que su empresa matriz cumpla con su obligación de ocuparse de las personas afectadas por las actividades de su subsidiaria en el delta del Níger. Cuanto más tiempo tarde Shell en actuar, más costoso será el proceso de limpieza, y esto no sólo tendrá efectos nocivos para las personas que viven en el delta del Níger, sino para los accionistas de la empresa.
“La red se está cerrando. Crece el número de recursos judiciales internacionales, y actualmente hay en curso demandas de indemnización en Países Bajos, Estados Unidos y Reino Unido. La capacidad de Shell de alargar innecesariamente las actuaciones jurídicas en Nigeria para retrasar el pago de indemnizaciones se vigila cada vez más. La empresa ya no podrá seguir durante mucho tiempo tomándose a la ligera su responsabilidad sobre el medio ambiente y los derechos humanos".
